Ahora, después de 5 años trabajando como farmacéutica comunitaria, me gustaría contaros algunos de los proyectos en los que he podido participar, con la esperanza de que mi experiencia pueda servir de motivación para aquellos farmacéuticos que en más de una ocasión os habéis sentido anclados a estar detrás de un mostrador, y para aquellos que queráis hacer patente en vuestra comunidad la importante labor en salud pública que podemos desempeñar.
En el 2009 por ejemplo, farmacéuticos de la Isla de Wight trabajaron en colaboración con los centros de salud para ofrecer vacunación contra la gripe. Los resultados fueron tan positivos en cuanto a porcentaje de población vacunada, que la experiencia forma ahora parte los cuadernos de estudio de compañeros farmacéuticos de todo el país, y para este año 2014 la mayoría de farmacias a nivel nacional ofrecen vacunación privada o por la seguridad social asegurando una mayor accesibilidad al servicio.
El programa de análisis de sangre para diagnóstico de HIV, sífilis, gonorrea y hepatitis, junto con servicios de vacunación frente a hepatitis B en la población en riesgo han sido otros programas exitosos y además galardonados en 2010 con el premio nacional «Annual Chief Medical Officer For England's Public Health Awards», que reconoce la innovación y mejora de los servicios de salud.
Cada año el servicio de análisis se implementa en nuevas áreas de salud, y actualmente se trabaja para asegurar un mejor acceso a los nuevos tratamientos antivirales en los pacientes diagnosticados con hepatitis C en la Isla de Wight.
Pero no todo el presupuesto viene del Gobierno, hemos participado también en proyectos financiados por la industria farmacéutica, que, además de generar ingresos para la farmacia, han servido para realizar intervenciones significativas para el paciente.
El ejemplo más demostrativo fue financiado por un fabricante de suplementos de calcio en el que se valoraba si la adherencia al tratamiento para prevención de osteoporosis podría mejorarse con un cambio de formulación. Desde mi farmacia conseguimos mejorar la adherencia de aquellos pacientes que encontraban desagradable o difícil masticar tabletas con un simple cambio a tabletas efervescentes por ejemplo, y varios pacientes fueron referidos al médico para añadir suplementos de calcio al encontrarse en tratamientos prolongados con esteroides o para valorar la adición de bifosfonatos.
Ahora empezamos, y también financiado por la industria, un nuevo programa con la intención de analizar si un marcador digestible puede mejorar la adherencia en pacientes con hipertensión incontrolada. El dispositivo da a su vez información útil para iniciar conversaciones con el paciente acerca de hábitos saludables y ejercicio físico, lo que facilita muchas de las intervenciones durante los servicios de MUR (Revisión del Uso de Medicamentos) y NMS (Revisión de Nuevos Medicamentos), servicios que se asemejan al servicio en fase de implementación en España de seguimiento farmacoterapéutico «conSIGUE»
Por otro lado, la gestión de ciertos servicios a través de empresas privadas parece demostrar un manejo adecuado y sostenible de los recursos. «Wightbread», por ejemplo, funciona como un mercado online específico para enfermos celiacos, a los que se les da una cierta cantidad de puntos por trimestre para adquirir productos que les hagan más llevadera su condición. La farmacia recibe un incentivo por la gestión de órdenes del paciente, el centro de salud reduce el número de visitas de pacientes celiacos para solicitar prescripciones de productos dietéticos, y el paciente por su lado ha visto el rango de productos que puede adquirir ampliado significativamente. ¡Todo el mundo gana!
La recogida de datos de todos los servicios que se llevan a cabo es lo más importante, pues son los resultados los que generan valor a medio y largo plazo, y son los que de alguna manera predicen que derivar financiación a servicios farmacéuticos se traduce en medidas significativas para la salud pública y reducción de gastos sanitarios.
El cómo ha sido posible es resultado de buenas ideas, planes excelentes, trabajo duro y muchos profesionales implicados y dispuestos a dar ese poquito más, y creo que he sido muy afortunada al poder desarrollarme bajo la tutela de un departamento de gestión de salud local tan emprendedor, pero me gustaría dejar abierto el artículo para daros qué pensar, ya que no hace falta trabajar para el mejor gestor de salud, sino que es de nosotros mismos de donde salen las ideas que pueden repercutir en los estándares profesionales en años venideros.
Un farmacéutico comunitario en la Isla de Wight, Inglaterra
Mis planes no eran quedarme, pero tras un breve contacto con el sistema de trabajo en el Reino Unido me sentí cautivada por el abanico de oportunidades que existen para los farmacéuticos.