Ana Molinero: «Desde SEFAC siempre hemos estado mirando al futuro. En todos los congresos hemos traído temas completamente novedosos»

Hablamos con Ana Molinero, presidenta del Comité Organizador del X Congreso Nacional de Farmacéuticos Comunitarios

https://youtu.be/ZpopYZEv0l4

El lema del X Congreso Nacional de Farmacéuticos Comunitarios es ‘Conectados al Paciente’. ¿Qué mensaje se quiere transmitir?

El mensaje de ‘Conectados al Paciente’ quiere transmitir que, si ya antes estábamos siempre al lado del paciente, ahora hemos estado muchísimo más. Llevamos dos años y pico ya de pandemia y en ningún momento hemos dejado de estar al lado del paciente atendiendo todas sus necesidades, es decir, hemos estado más conectados que nunca, porque incluso aquellas personas que no podían venir a la farmacia, ya que la consigna era “quédate en casa, no salgas, si eres mayor, quédate”, también estaban conectados a nosotros, los más mayores a través del teléfono, los más jóvenes han utilizado wasap. Es decir, en ningún momento hemos dejado de estar a su lado y conectados con ellos y eso es lo que queremos reflejar: hemos estado, habíamos estado y seguiremos estando en un futuro, siempre con ellos y conectados con ellos.

 

El vicepresidente de la FIP, Lars-Ake Soderlund, va a impartir la sesión inaugural con una conferencia titulada «Visión internacional del farmacéutico comunitario: ¿una profesión sanitaria adaptada a los tiempos?». ¿Qué visión va a aportar?

Nosotros le hemos pedido que nos explique cuál es el papel del farmacéutico en los distintos países desde el punto de vista de la Federación Internacional Farmacéutica (FIP), organización que agrupa a farmacéuticos de todo el mundo, no solo del ámbito comunitario, sino que en ella están representadas todas las profesiones dentro de la profesión farmacéutica. Las realidades son muy distintas, los sistemas sanitarios son completamente diferentes y, por tanto, el farmacéutico aquí no es igual que en África o en India o en cualquier otro lado, pero incluso dentro de nuestro propio entorno, dentro de Europa, la realidad también es completamente diferente.

 

El programa del congreso incluye tres grandes bloques temáticos: Mirando al futuro, Desarrollo profesional farmacéutico e Impacto clínico y asistencial en los pacientes de las intervenciones farmacéuticas. ¿Nos podría avanzar los contenidos de cada uno?

Desde SEFAC siempre hemos estado mirando al futuro porque en todos los congresos hemos traído temas completamente novedosos. En esta ocasión, en el bloque ‘Mirando al futuro’ vamos a hablar de un tema muy importante como es la salud digital y el farmacéutico digital. Aquí se encuadraría también la conferencia inaugural. En las jornadas nacionales que hicimos el año pasado nuestra ponencia principal fue un análisis de cómo estaba la farmacia comunitaria, un DAFO, que se queda corto si solamente vemos qué es lo que pasa, pero no cómo afrontarlo. Así que habrá un debate, CAME (Corregir, Afrontar, Mantener y Explotar) con implicados relacionados con la farmacia comunitaria para ver qué soluciones se pueden dar, las fortalezas y las oportunidades que puedan surgir.

En el eje temático sobre ‘Desarrollo profesional del farmacéutico’ vamos a hablar de qué servicios se podrían implantar en un futuro, qué servicios están en países de nuestro entorno y cómo se pueden desarrollar aquí. Abordaremos otro tema muy novedoso como el de la especialidad en farmacia comunitaria, cómo puede implicarse el farmacéutico y cómo se puede desarrollar. Por último, en el tercer bloque, como siempre, vamos a estar con el paciente en todo: trataremos los resultados de la intervención farmacéutica, tocaremos temas como la atención farmacéutica domiciliaria o la actuación del farmacéutico haciendo indicación farmacéutica y daremos resultados de nuestro estudio de INDICA+PRO.

 

¿Cuál es la postura de SEFAC sobre la atención farmacéutica domiciliaria?

En Alicante, en el 2018, pusimos sobre la mesa que el paciente no siempre va a poder acudir a la farmacia. Habrá determinados pacientes frágiles, que quieran seguir viviendo en sus domicilios y continuar recibiendo la misma atención farmacéutica que tienen cuando han estado yendo a las farmacias, pero que ahora ya no se van a poder desplazar. A estos pacientes hay que darles una atención farmacéutica igual que cuando los pacientes vienen a la farmacia. Vamos a plantear otra vez, con el documento que ya hicimos pero que se ha actualizado, cuál puede ser la atención que va a dar el farmacéutico en esa atención domiciliaria, en la que hay otros profesionales que también van a ir. De hecho, en la mesa no vamos a hablar solamente nosotros, sino que también intervendrán medicina, enfermería y asistencia social. Entre todos vamos a ver cómo podemos atender a ese paciente que está en su domicilio. Esto no es la entrega de medicamentos per se, no estamos hablando de yo quiero llevar el medicamento a casa, sino que yo quiero darle el mismo servicio a mi paciente en mi farmacia y en su domicilio. Queremos que quede bastante clara la diferencia entre lo que es una mera entrega de medicamentos, que es lo que ahora se está poniendo en boca de todos y en Madrid lo hemos visto con el tema de la nueva ley, porque no tiene nada que ver llevar el medicamento a una casa con hacer una atención farmacéutica domiciliaria al paciente, son dos cosas completamente diferentes.

 

¿Y respecto a la dispensación colaborativa de medicamentos hospital-farmacia?

Desde SEFAC pensamos que no hay motivo para que medicamentos que se dispensan ahora mismo en el ámbito hospitalario, que no son de uso hospitalario sino de diagnóstico hospitalario (DH), no se puedan dispensar ahora mismo en las farmacias comunitarias. En 2010-2012 estuvimos trabajando en un documento en el cual ya proponíamos una dispensación con protocolos en colaboración con la farmacia hospitalaria y seguimos en esa línea porque ahora casi todas las novedades que salen lo hacen con el marcaje DH y se están dispensando desde la farmacia hospitalaria. No tiene ningún sentido que nosotros no tengamos acceso, muchas veces ni siquiera sabemos qué es lo que están tomando, y que el paciente tenga que desplazarse a recoger una medicación cuando puede tener esa medicación en la farmacia comunitaria y se la puede dar el farmacéutico cuando acude a por el resto de su medicación. Los pacientes crónicos van, por lo menos, una vez a recoger sus medicaciones en las farmacias y el farmacéutico, a la vez que hace esa dispensación, podría hacer cualquier dispensación de medicamentos que ahora se están dispensando desde la farmacia hospitalaria. Estamos dispuestos a sentarnos y ver qué protocolos podemos hacer, cómo se puede hacer la dispensación, en qué momento, cómo me tengo que comunicar si hay algún problema. Al final el paciente va a agradecer que pueda recoger su medicación en un punto y no en diferentes puntos.  

 

¿Habrá una línea de acuerdo?

Llevamos tiempo trabajando con nuestros compañeros de hospital para ver cómo se puede encajar todo esto. Creo que sí y que la voluntad del colectivo es, por lo menos, hablar y poner cosas sobre la mesa. Luego tiene que intervenir también la Administración. Ha habido experiencias durante la pandemia en las que se han dispensado medicamentos, porque no podían ir los pacientes a recoger el medicamento al hospital y se han tenido que buscar alternativas. Vamos a hacerlo siempre y que intervenga un farmacéutico en la dispensación, no que se hagan entregas directamente sin que nadie supervise esas dispensaciones.

 

Sobre el papel del farmacéutico en la teleatención farmacéutica, ¿cree que es necesario un debate profesional?

Creo que sí, porque muchas veces no se tienen muy claros los términos. Durante la pandemia el farmacéutico tuvo que ir al domicilio del paciente. Al principio empezamos a hacerlo sin ninguna cobertura legal, pero al paciente había que atenderlo. La realidad está ahí, lo hemos visto, el paciente que no puede salir de su casa pero que está bien, necesita que alguien le ayude. Sí que hay que hacer un debate profundo porque es una necesidad que tiene la población y que tendrá mucho más en un futuro porque los pacientes frágiles seguirán estando ahí. La sociedad no tiene capacidad de tener a todos los pacientes que lo necesiten en centros sociosanitarios y muchos querrán estar en su domicilio, y hay que atenderlos.

 

Esto va muy ligado también a otro tema de gran protagonismo como son los servicios profesionales farmacéuticos asistenciales futuros. ¿Hay alguna aportación importante en este sentido?

Durante la pandemia se ha visto que servicios como los cribados o incluso la vacunación pueden hacerse en la farmacia. Hay países de nuestro entorno, como Francia o Portugal, que llevan vacunando de gripe desde hace mucho tiempo con muy buenas experiencias y con un aumento de la tasa de vacunación importante. ¿Por qué nosotros no vamos a poder hacerlo?

La realización de test COVID en farmacias comunitarias se ha realizado en países de nuestro entorno y dentro de España en unas comunidades sí y en otras no, con diferentes posibilidades, incluso de emitir certificados. ¿Por qué no se podrá hacer también a futuro? No solamente con COVID, sino con otros cribados. El farmacéutico es un recurso sanitario que está ahí, accesible y bien valorado por la población. ¿Por qué no vamos a aprovechar ese recurso? ¿Por qué vamos a inventar otras cosas? Que cuenten con nosotros.

 

¿Está prevista alguna novedad que no se refleje en el programa?

El programa está muy cerrado y muy completo. Vamos a tener en todo momento cinco sesiones paralelas. La gente nos dice «¿Estáis locos? No me puedo dividir, quiero ir a todo». Cada uno tendrá que elegir lo que más le guste, ya que no podemos estar una semana de congreso, son dos días y medio de congreso, con lo que eso supone a todos los que vamos a ir. No digo que a lo mejor a última hora no haya nada, pero ahora mismo el programa está prácticamente cerrado.

 

¿Qué número de asistentes se espera?

La gente tiene ganas de verse, lo vimos con las jornadas, en las que estábamos todos como locos por darnos un abrazo. Incluso la gente en su propia comunidad no había tenido contacto durante prácticamente dos años, y la asistencia fue muy buena. Aparte de querer formarse, la gente nos está transmitiendo que tiene ganas de darse un abrazo con otros compañeros y de intercambiar lo que hemos hecho y vivido durante este tiempo.