Antonieta Garrote Devant es licenciada en grado en Farmacia y máster en Gestión empresarial por la Universidad de Barcelona. Es especialista en Análisis y Control de Medicamentos y Drogas y en Farmacia Industrial y Galénica. Antes de pasar a desempeñar su cargo actual como jefe de Sección de Inspección Farmacéutica y Control de Drogas, ha desarrollado su actividad profesional en: formulación magistral, farmacia asistencial, investigación básica, distribución e industria farmacéutica; lo que le confiere una perspectiva holística de la profesión. Desde sus inicios, ha compaginado su actividad profesional con la divulgación farmacéutico-sanitaria, colaborando regularmente en diversas publicaciones especializadas. Entre sus aficiones figura el senderismo, el esquí, la ópera... y «lidiar» con sus tres fieras.
¿Cómo eligió este trabajo y qué pruebas había que superar?
Mi última etapa profesional como técnico de garantía de calidad de un laboratorio farmacéutico me había brindado la oportunidad de conocer el trabajo de los «farmacéuticos de aduana», por lo que cuando tuve conocimiento de la convocatoria de unas plazas interinas no dudé en presentarme a las pruebas que se habían convocado para seleccionar los posibles candidatos. Fueron dos pruebas teórico-prácticas que tuve la suerte de superar con éxito. Al cabo de poco menos de un año de estar ocupando la plaza, se convocaron las oposiciones para cubrirla definitivamente. Me preparé a fondo para superar las cuatro pruebas que componían el proceso selectivo: un examen tipo test; el desarrollo y posterior defensa ante un tribunal de dos temas elegidos al azar entre un temario de algo más de 150; una prueba de idioma y un caso práctico. Compaginar el estudio, la actividad en la aduana y la vida familiar resultó francamente complicado y es algo que recuerdo como una etapa muy dura. Superada la oposición, y después de un periodo de formación de un mes en la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), me incorporé –esta vez de forma definitiva– al puesto que ocupaba previamente y en el que desarrollo actualmente mi actividad profesional.
¿Cuál es la misión de la Inspección Farmacéutica de Géneros Medicinales en aduana, más conocidos como los «farmacéuticos de aduana»? ¿Cuáles son sus competencias y de qué organismo depende?
La Inspección Farmacéutica de Géneros Medicinales realiza el control en frontera de los productos farmacéuticos para verificar el cumplimiento de los requisitos establecidos en la normativa de aplicación vigente. Dentro del amplio mundo de los controles en comercio exterior con terceros países, nuestro ámbito de responsabilidad se circunscribe a medicamentos de uso humano, materias primas destinadas a la fabricación de medicamentos, productos sanitarios, productos sanitarios para diagnóstico in vitro, cosméticos, biocidas y demás productos que, a pesar de no estar incluidos entre los anteriormente citados, se recoja en la normativa vigente la necesidad de su control sanitario, como las tintas para tatuaje o las lentes de contacto sin finalidad correctiva...
Por su particularidad, también realizamos el control de cualquier movimiento, tanto intracomunitario como extracomunitario, de psicótropos, estupefacientes y hemoderivados.
Funcionalmente, somos un organismo que depende del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, y dentro de éste, de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, y orgánicamente, del Ministerio de Política Territorial.
Como servicios periféricos que somos, estamos integrados en las Áreas Funcionales de Sanidad de las Delegaciones del Gobierno, integradas en la estructura de la Administración General del Estado.
De todos los que ha citado, ¿cuáles son los que representan un mayor volumen en la actividad de inspección? ¿Qué tipo de controles realizan? ¿Tiene cada uno de ellos un control específico?
Por la amplitud de su tipología, los productos sanitarios ocupan, sin lugar a dudas, el primer lugar en número de expedientes. Teniendo en cuenta que mi actividad se desarrolla en el aeropuerto de Barcelona, los medicamentos y hemoderivados tienen también un papel muy relevante, algo que no se produce en otras plazas con una menor implantación de industria farmacéutica.
Respecto a los tipos de controles que se realizan, no varían en función de los tipos de productos ya que estos están establecidos normativamente. Lo que sí es propio de cada tipología de producto es la legislación que les debe ser aplicada.
Se realiza siempre un control documental, que comporta la valoración de la documentación técnico-comercial de la operación frente a la legislación que corresponda. Adicionalmente, y si así lo estima oportuno el inspector actuante, se podrá efectuar el control de identidad para verificar la correspondencia del etiquetado con la documentación adjuntada, y el control físico, que incluye las condiciones de conservación, instrucciones de uso, toma de muestras, etcétera, de la mercancía.
¿Cómo se desarrolla el trabajo cotidiano del farmacéutico de aduana? ¿En qué tipo de dependencias se realiza su labor?
Nuestra intervención se inicia siempre con la presentación de un expediente por parte del operador económico que realiza el movimiento de mercancía. Se entiende con ello que es el importador/exportador quien solicita nuestra intervención y aporta para ello la documentación que le es de aplicación en cada caso. Una vez realizados los controles anteriormente descritos, dictaminamos documentalmente la aptitud o no del producto para su circulación internacional.
Estas inspecciones se llevan a cabo en las instalaciones habilitadas para ello en las distintas aduanas: marítima, aérea o terrestre. Concretamente en mi caso, realizo mi actividad en las instalaciones del aeropuerto del Prat, en Barcelona.
Lea la entrevista completa en El Farmacéutico Joven: