– «Farmacia y pacientes: innovando juntos» es el lema del próximo congreso de atención farmacéutica. ¿Realmente pueden caminar a la par farmacéuticos y pacientes?
– Este congreso pretende aunar a toda la farmacia asistencial, con independencia de si el farmacéutico trabaja en un hospital, en una farmacia comunitaria o en atención primaria. El paciente es único y no importa dónde se le preste la farmacia asistencial; por ello, hemos preparado un programa que intenta reflejar la trayectoria que seguiría un paciente en el servicio de seguimiento farmacoterapéutico. Así, el primer día abordaremos la entrevista, la comunicación entre profesionales y entre farmacéuticos, y las herramientas de ayuda. El segundo día hablaremos de la fase de estudio en pacientes, de los factores que debemos tener en cuenta, de cómo los estudiamos y los estructuramos. Y el tercer día ya nos marcamos unos objetivos y unas pautas a seguir. Los pacientes serán el eje central, y además tendrán una ponencia en la que les pedimos que nos expliquen qué esperan de los farmacéuticos, cómo nos ven, qué necesidades suyas deberíamos cubrir. Les pedimos esta ponencia porque farmacéuticos y pacientes debemos caminar juntos, innovar juntos, por el buen uso de la farmacoterapia y, sobre todo, por una mejora de su calidad de vida.
– ¿Cuál espera que sea la principal aportación de este congreso?
– Queremos hacer mucho hincapié en la práctica. Evidentemente, hay planteamientos teóricos y presentaciones, pero también muchos proyectos que ya están en marcha y, sobre todo, hay talleres de habilidades para que los farmacéuticos, cuando regresen a sus farmacias, tengan las habilidades y los conocimientos necesarios para implantar el servicio o servicios que les puedan interesar.
– ¿Qué ha cambiado en la Fundación desde que se creó?
– La Fundación se creó en 1998 con el Dr. Joaquín Bonal como presidente, y en aquel momento el principal objetivo era el desarrollo de la farmacia comunitaria siguiendo las directrices de Hepler y Strand. Con el paso de los años, patronos de la Fundación y otros farmacéuticos formaron la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC), y la Fundación fue evolucionando hacia una farmacia asistencial. En este momento todas las sociedades científicas farmacéuticas son patronos de la Fundación, aglutinamos a todos los farmacéuticos que luchan por una farmacia asistencial. Éste es el gran cambio de la Fundación en estos años.
– ¿Qué puede aportar la Fundación a la farmacia comunitaria en el momento actual?
– Experiencia. La Fundación lleva 20 años trabajando en pro de la divulgación y de la implantación de la atención farmacéutica, y esta experiencia se traduce no sólo en los congresos como el que vamos a celebrar en Cádiz, sino también en nuestra revista, en los cursos que realizamos, en los proyectos de investigación, siempre pensando en el farmacéutico comunitario, y muchas veces en colaboración con otros profesionales, ya se trate de médicos, farmacéuticos de hospital o de primaria.
– ¿La Fundación ha sabido adaptarse a los tiempos actuales?
– Desde sus orígenes, la Fundación ha trabajado por una farmacia de atención farmacéutica, asistencial; el gran emblema es el seguimiento farmacoterapéutico. Todos los cambios que se están produciendo ahora, como la cronicidad o el envejecimiento de la población, están confirmando, por fin, que éste es el camino, porque estamos hablando de pacientes crónicos, muchos de ellos personas mayores, polimedicadas, con problemas para distinguir qué medicamentos deben tomar. Para todos estos pacientes es importante el desarrollo de un seguimiento farmacoterapéutico y, por lo tanto, el trabajo que estamos haciendo va perfectamente alineado con lo que los tiempos demandan.
– ¿El farmacéutico percibe a la Fundación como una entidad próxima, con la que puede contar?
– Los farmacéuticos que nos conocen sí, y muchos de ellos trabajan con nosotros, pero aún nos queda un amplio número de farmacéuticos a quienes llegar. Éste es uno de los retos importantes de la Fundación. Para conseguir este reto, disponemos de los congresos, que son una herramienta muy importante de divulgación para dar a conocer no sólo la Fundación, sino también los trabajos que hacen los compañeros farmacéuticos. También es útil la revista Pharmaceutical Care España, que es importante en España y un referente en toda Sudamérica. Además, hacemos cursos y proyectos de investigación... Es un camino lento, pero esperamos alcanzar este reto de una mayor difusión.
– Los farmacéuticos debemos pensar en una farmacia asistencial centrada en el paciente. En la actualidad, el farmacéutico está centrado en el medicamento. Es, por tanto, un cambio importante, y para afrontarlo lo primero es que el farmacéutico asuma nuevas responsabilidades, entendiendo por nuevas responsabilidades no sólo la de dispensar el medicamento en correctas condiciones, que esto seguro que se cumple al cien por cien, sino también la de intervenir en caso de encontrar un problema relacionado con los medicamentos y hacerse corresponsable con el médico cuando haya un resultado negativo de la medicación. Éste es un aspecto del que hasta ahora se había hablado poco y que va muy ligado a la motivación. Sé que no es fácil para los farmacéuticos comunitarios, pero depende de ellos y yo los animo encarecidamente para que luchen por este futuro, motivándose cada día y pensando que este futuro será mucho más gratificante cuando se alcance. Evidentemente, para llegar ahí es necesario ver qué necesidades de formación hacen falta. Hay muchos aspectos que no se han trabajado aún; por ejemplo, si queremos implantar un nuevo servicio, necesitamos conocer teorías de implantación; si queremos trabajar adherencia, no sólo debemos saber si un paciente no es adherente, sino también por qué; hemos de averiguar las causas, cómo comunicar, cómo tratarlo... Todavía necesitamos mucha formación para poder ofrecer estos servicios, que son necesarios y que en el futuro serán cada vez más importantes.
– ¿Vamos hacia una mayor cooperación entre niveles asistenciales?
– Sí, sin duda alguna. La farmacia del futuro tiene que ir en esa dirección. Hemos de trabajar de forma coordinada con todos los profesionales sanitarios, porque el paciente es uno y la medicación es única, y hemos de conseguir rentabilizar al máximo esta medicación en el paciente.
– Recuerdo haber oído a Joaquín Bonal decir que, mientras no hicieran atención farmacéutica más del 20% de las farmacias, ésta no sería una realidad. ¿Hemos alcanzado esta cifra?
– No dispongo de datos cuantitativos que nos puedan garantizar que este 20% se haya alcanzado, pero sí cualitativos. Cualitativamente ha habido un salto muy importante desde que Joaquín Bonal asumió la presidencia de la Fundación, porque en este momento tenemos muchos proyectos y planes implantados. Ése es el núcleo que ha de explotar y que nos debería permitir incluso superar el 20% del que hablaba Joaquín Bonal. Parafraseando la famosa frase de Neil Armstrong cuando llegó a la Luna, esperemos que todos estos proyectos sean ese pequeño paso que nos permita dar el gran salto, que es una atención farmacéutica a todos los pacientes en España.
Objetivos para los próximos años En 2019 la Fundación ha publicado el documento «20 años de la Fundación Pharmaceutical Care España», en el que incluyen sus objetivos para los próximos años. Para su elaboración organizaron una jornada a la que asistieron, además de patrones de la Fundación, personas importantes en el ámbito de la atención farmacéutica, junto con las cuales desarrollaron el documento y los objetivos que nos detalla Mercè Martí: «El primero fue la revisión de los objetivos de 1998 para ver si estaban vigentes y cómo se debían adecuar; el segundo, la investigación en atención farmacéutica dentro de la Fundación Pharmaceutical Care España; el tercero, analizar los objetivos específicos de la Fundación y de las sociedades científicas y entidades que son patronos de la Fundación, y ver cuáles deberían ser compartidos y cuáles son propios o exclusivos de la Fundación, y el cuarto punto era concretar cuáles son las actuaciones transversales para el apoyo y consolidación de las iniciativas de atención farmacéutica». Para no extenderse, Mercè Martí cita la conclusión global que, dice, recogía el sentir de todos los participantes: «La Fundación ocupa un lugar estratégico para establecer sinergias de actuación entre los grupos y colectivos, así como con las administraciones públicas, con el fin de fomentar actividades científico-técnicas en beneficio de la sociedad y de la profesión farmacéutica. La Fundación debe ser un facilitador que permita mejorar la comunicación entre los distintos profesionales farmacéuticos asistenciales y materializar en la práctica clínica la implementación, promoción y desarrollo de la atención farmacéutica de forma coordinada y responsable». «La Fundación –concluye Martí– se perfila como un facilitador entre las sociedades científicas y entidades organizando una línea de trabajo y ejerciendo un liderazgo conciliador y aglutinador.» |