Farmamundi cumple 20 años durante los que ha realizado más de 200 proyectos de cooperación y acción humanitaria y ha gestionado 1.700 toneladas de medicamentos y material sanitario en más de 70 países, gracias al compromiso de sus más de 5.000 socios, donantes y colaboradores. En este tiempo, y desde aquella primera misión de envíos de medicamentos a Malí, ha conseguido consolidarse como la ONG de referencia en el sector y protagonizar un proceso de certificación de su modus operandi. José Luis Daroqui es su presidente y uno de los socios fundadores.
Usted es uno de los pioneros que, hace más de 20 años, «plantaron» la semilla de lo que hoy es Farmamundi. ¿Cuánto ha cambiado la ONG desde entonces?
Hombre, pues ha cambiado una auténtica barbaridad. Empezamos en el año 1991, aunque el registro fue en 1993. Al principio no llegaba a 20 farmacéuticos valencianos los que comenzamos. Por medio de la solicitud de un misionero que había en Malí, y con la colaboración del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia, se hizo la primera visita al país africano con el envío de algunos medicamentos recuperados que conseguimos. Hoy en día somos la ONG de referencia farmacéutica a nivel nacional con mayor número de socios, que manejamos el presupuesto más alto y que tenemos el único almacén de ayuda humanitaria logística a nivel nacional sin ánimo de lucro para medicamentos de cooperación y de ayuda humanitaria. En estos 20 años hemos conseguido desde la otorgación de utilidad pública por el Ministerio de Interior hasta, hace aproximadamente 3 años, la calificación de ONG especializada en salud por la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo. El último hito obtenido, muy reciente, ha sido la calificación por la oficina de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea (ECHO, por sus siglas en inglés), como almacén de distribución de medicamentos para ayuda humanitaria y cooperación. Gracias a ello podemos entrar en los programas de cooperación y somos uno de los proveedores oficiales de medicamentos para la agencia ECHO.
¿Cómo eran las instalaciones con las que empezaron a trabajar hace 20 años?
Cuando empezamos disponíamos de un despachito cedido de unos 40 m2. Es más, las reuniones las teníamos que hacer en un local de la falla de al lado que nos dejaban para reunirnos. Hoy en día tenemos una gran sede social con el almacén que cumple todos los requisitos como almacén de distribución español en el parque tecnológico de Paterna (Valencia), y en tres meses, calculamos, dispondremos también en este almacén de una zona franca portuaria para poder importar aquellos medicamentos, para enfermedades tropicales que aquí no existen, malaria, dengue, etcétera, que no se pueden conseguir en el mercado español y tenemos que ir a mercados internacionales. Había un problema, ya que al no estar registrados en España la Agencia Española del Medicamento nos ponía trabas para su importación y exportación.
Desde 2010, la ONG ha visto caer un 39,8% el volumen de trabajo, pasando de gestionar 8.658.800 euros a los 5.209.000 euros en 2012. ¿Cómo les afecta la crisis y la caída de las ayudas a la cooperación en España?
En España el batacazo ha sido tremendo. Si hace años pensábamos que se podía llegar a un 0,7% del presupuesto en cooperación, hoy en día estamos por debajo del 0,1%. En el último año, con los recortes que ha habido en los años anteriores, los presupuestos de cooperación a nivel estatal se han reducido más de un 50%. En muchas comunidades el presupuesto para cooperación es cero. De alguna manera parece que para este Gobierno las políticas sociales no son prioritarias, viendo los presupuestos que dedican a ellas.
¿Qué relación mantienen con los colegios profesionales y cómo ven el sector farmacéutico en la actualidad?
La relación con los colegios es muy buena. Compartimos muchos socios y nos han apoyado siempre. En un primer momento, como esto nació en Valencia, el Colegio de Valencia fue el que nos apoyó para que Farmamundi pudiera empezar a andar. Sobre la segunda cuestión, a nivel particular sí que puedo contestar como farmacéutico, no como presidente de Farmamundi: tenemos una gran preocupación por el desmantelamiento de la sanidad pública. Si a nivel nacional ya hay una preocupación importante, a nivel local de nuestra Comunidad esta preocupación se multiplica. No solamente por el tema de los impagos a las farmacias, que es un tema sangrante que no nos deja trabajar en las condiciones en las que estábamos acostumbrados a trabajar durante mucho tiempo, sino que desde el día 1 (de abril) el Consell valenciano aprobó un Decreto-Ley de medidas urgentes de prestación farmacéutica que yo creo que dificulta muchísimo el trabajo de las oficinas de farmacia en la Comunidad que considero que hacen un trabajo, de verdad, excelente. A nivel nacional tenemos... o hemos tenido hasta hace poco si no la mejor, una de las mejores redes de distribución de fármacos a nivel mundial, tanto por el número de habitantes por farmacia como por distribución geográfica y eso hoy en día en España corre un grave peligro. Un grave peligro ya no para los farmacéuticos, sino para los pacientes, que son, al fin y al cabo, para los que nosotros trabajamos.
Por último, ¿cuáles son los retos que se plantean para el futuro?
El objetivo más importante en estos momentos es, pese a los recortes, mantener la actividad de la organización. A nivel de proyectos de cooperación, estamos consiguiendo mantener unos mínimos. Así como antes conseguíamos más ayudas de los grandes financiadores, ahora lo intentamos compensar acudiendo a pequeños financiadores. También es verdad que algunos proyectos que teníamos en marcha hemos debido reformularlos, pero, todo y eso, hemos podido amortiguar los efectos de la crisis. Como retos, en el panorama nacional nos gustaría obtener una base de socios más amplia para dotar de mayor solidez a la ONG. A nivel internacional, la certificación ECHO nos va a permitir acudir como proveedores a las organizaciones que manejen presupuestos en distribución de medicamentos. Nosotros creemos que ya en 2013 podemos crecer un poco.