Emprender es una palabra que parece que se haya «puesto de moda». Todo el mundo parece hacerlo, pero emprender va ligado a arriesgar. Echar valor y sacar tiempo y fuerzas de donde se pueda y tirar hacia adelante una ilusión, un sueño o una idea que sabe que «triunfará».
Recientemente tuve la oportunidad de conocer a Ghita Sehaqui en Sevilla. Sus conocimientos sobre un producto de su tierra natal eran bárbaros y su ilusión por transmitirlo también. A veces nos volvemos locos pensando en ideas que puedan triunfar cuando muchas veces lo tenemos todo delante de nuestros ojos y no nos damos cuenta.
Con este artículo me gustaría destacar las cualidades de un emprendedor: ilusión, constancia, perseverancia, fuerza, trabajo y saber ver la oportunidad en los pequeños detalles. Cedo la palabra a Ghita.
Hola, soy Ghita Sehaqui, nací en Casablanca (Marruecos) y a los 17 años de edad me trasladé a Granada donde estuve un año aprendiendo el castellano y, al mismo tiempo, preparándome para la selectividad para poder acceder a lo que siempre había querido, estudiar Farmacia. Así, comencé mis estudios en la Facultad de Farmacia de Sevilla, donde conocí a mi compañero de vida, mi marido, lo que hizo definitiva mi estancia en este país apasionante.
¿Cómo detecté la oportunidad?
Tras 10 años trabajando como farmacéutica adjunta en Sevilla, desarrollando mi entusiasmo por la formulación magistral y la dermocosmética, empezó a ocurrirme una cosa y es que cada vez que viajaba a mi ciudad natal, había familiares y conocidos que me encargaban aceite de argán. Muchos de ellos, gente con especial atención al cuidado personal, ya consumían este producto en España y valoraban mucho la procedencia y calidad del aceite extraído en su hábitat original.
Detectada la oportunidad, empecé a investigar de manera autodidacta
Entonces inicié una profunda investigación sobre este producto que cada día tiene más adeptos: su elaboración, sus propiedades, su calidad y su influencia en las patologías dermatológicas. Y como no podía ser de otra manera, estudié exhaustivamente su formación en su lugar de procedencia y, así, me trasladé a Marruecos, un país que se caracteriza por una riqueza vegetal amplia y variada.
Allí conocí a uno de los productores más importantes de aceite de argán y me enamoré del mundo que lo rodea. Los artesanos me contagiaron y conmovieron con el entusiasmo, amor y respeto que tienen por este árbol singular y endémico de este lugar. Me trasladaron sus conocimientos y, como uno más de ellos, elaboré paso a paso este oro líquido.
Comercialización
Comencé los trámites para la comercialización del aceite de argán 100% puro, pero mi devoción por la formulación magistral y la aromaterapia me llevó a crear una marca de cosmética natural basada en la sinergia entre el aceite de argán y otros aceites esenciales con diferentes propiedades dermocosméticas.
En un principio vendía los productos a familiares, amigos y conocidos, pero su aceptación y el boca a boca ampliaron esta red de contactos y con ello la demanda de productos, por lo que me vi en la necesidad de disponer un punto de venta. Abrí una ventana permanente para la venta de productos que es la página web sehaqui.com, acompañada de un blog donde publico recomendaciones e interactúo con los usuarios dando respuesta a las cuestiones que plantean. El blog, además, me permite hacer un seguimiento de los tratamientos a base de argán y estudiar las reacciones de cada usuario. Por otro lado, decidí tener las farmacias como puntos de venta y aún sabiendo que se trataba de un mercado muy complicado tengo la certeza de que es el más adecuado para mis productos.
Primeros estudios en pacientes
Una de las personas que había probado el producto, enfermera del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, se puso en contacto conmigo y me comentó que en la unidad del sueño sus pacientes sufrían úlceras de presión por el uso de mascarilla. Me propuso suministrarles producto para probar su eficacia en estos pacientes. Se realizó un seguimiento a 8 pacientes a los que se les sumistraba aceite de argán y se citaban cada 15 días para ver los resultados. Acabado el estudio, la enfermera me confirmó la eficacia del aceite de argán para la prevención de úlceras de presión de primer grado por su alto poder reparador y regenerador, que se lo confiere su alto contenido en ácidos grasos esenciales (80%). Muchos de estos pacientes se pusieron en contacto conmigo para adquirir el producto.
Trabajar y emprender
Además, y compaginándolo con mi trabajo, visitaba farmacias para dar a conocer mi marca. Actualmente tengo varios puntos de venta y sigo innovando para sacar productos nuevos manteniendo la línea natural, esencia de mi trabajo.
En la actualidad Ghita sigue trabajando de farmacéutica adjunta, aprovecha los días libres para ir a visitar farmacias y adquirir nuevos clientes, también para crear sus propias fórmulas, que elabora en un laboratorio de Alicante. Ha invertido parte de sus ahorros y de lo más valioso que tiene, su tiempo libre, en sacar adelante un producto de alta calidad que triunfa ya en farmacias de toda España. Poco a poco, sus sueños van cogiendo forma. Ha sido capaz de no olvidar sus raíces y de hacer de ello algo diferencial. Tiene la suerte de hablar marroquí y de poder acceder al conocimiento de estos productores autóctonos que no comparten sus conocimientos ni sabiduría con todos. Personas como Ghita son un ejemplo para muchos. ¡Atrévete a salir de tu círculo de confianza y descubre lo que de verdad te gusta!
Cinco consejos si quieres empezar tu propia aventura empresarial
|
Formación autodidacta
|