– ¿Por qué decidió estudiar Farmacia?
– Mi madre ha sido farmacéutica toda la vida y he crecido en la rebotica de su farmacia, así que no podía ser de otra manera. Ella es mi referente, y sin duda gracias a mi madre hice la carrera de farmacia.
– Se ha especializado en el campo de la dermofarmacia. ¿Por qué escogió esta especialización?
– La farmacia está llena de nuevos conocimientos y oportunidades, y la única manera de descubrir la parte de nuestra profesión que más nos llena es atreviéndonos a probar. La primera vez que intentamos algo nos da miedo y encontramos cierta resistencia, es normal, es desconocido para nosotros, pero una vez superada la barrera, descubrí que la dermofarmacia era algo que me apasionaba, seguramente debido a mis problemas de piel en la adolescencia. «A mí me pasó», pensaba.
– Acaba de publicar el libro La guía definitiva para el cuidado de la piel. ¿Por qué ha creído oportuno hacerlo ahora? ¿Qué objetivos persigue?
– Después de tantos años desarrollando la dermofarmacia, y con todo el material de trabajo que tenía acumulado, pensé que era el momento de escribir un libro inédito, actualizado, práctico y basado en la evidencia. Y ha tenido que venir una terrible pandemia para que disponga del tiempo suficiente para escribirlo, con casi 400 páginas y más de 630 referencias bibliográficas que permiten al lector buscar los trabajos empleados como fuente de información fiable y profundizar en aspectos que no se han incluido en el libro. Es una guía de cuidado de la piel de fácil lectura y comprensión para todos los públicos, recomendado incluso para profesionales no sanitarios. Aunque debo especificar que sí que puede haber algunas páginas un poco más técnicas, como las dedicadas a la clasificación de los tensoactivos. Estoy convencida de que esta guía se va a convertir en un manual de consulta en dermofarmacia muy completo y práctico para muchos farmacéuticos.
El enfoque de la guía es práctico, ya que está desarrollada desde la visión de una farmacéutica comunitaria, como es mi caso, que está en contacto directo con los usuarios y con los compañeros farmacéuticos, por lo que estoy al corriente de sus inquietudes y dudas recurrentes sobre el cuidado de la piel. Desde la piel a los cosméticos y a la dermofarmacia, que son los tres bloques principales del libro.
– En internet ha sido una de las farmacéuticas pioneras. ¿La farmacia ha sabido aprovechar esta herramienta?
– La sociedad está en continua evolución y la farmacia está sabiendo adaptarse. En estos momentos, los usuarios buscan información de salud de la piel en la red, de ahí que sea necesaria nuestra presencia, para aportar rigor y veracidad ante tantos falsos bulos. Y para poder promover campañas sanitarias como la de fotoprotección, por ejemplo. En cuanto a la dermofarmacia, en estos momentos Instagram es la red social más destacada.
El acceso sin control a tanta información ha creado desinformación, y en algunos casos es negativo. Además, esa información no debería sustituir la consulta con profesionales de la sanidad. Hay muchas personas que se consideran a sí mismas expertos en una temática solo por el hecho de haber visualizado vídeos en la red.
– También dedica sus esfuerzos a la formación. ¿Por qué?
– Mi objetivo es ayudar a otros compañeros para desarrollar la dermofarmacia como servicio profesional con un enfoque sanitario al servicio de la salud. Imparto cursos en colaboración con los colegios farmacéuticos; de hecho, soy la vocal autonómica de Dermofarmacia del Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos, y también del Colegio de Farmacéuticos de Sevilla. Colaboro, además, con diversos másteres y con la industria farmacéutica, entre otras muchas formaciones. Y desde 2015 imparto todos los meses mi propio curso de fin de semana en Sevilla, que ya tiene dos niveles y por el que han pasado más de mil farmacéuticos de toda España. La mayoría son farmacéuticos expertos en dermofarmacia que quieren protocolizar y profesionalizar el servicio en sus farmacias.
– Profesionalmente, ¿dónde le gustaría estar en el futuro?
– En estos momentos, aprendiendo el arte de delegar. He conseguido compaginar mis tres pasiones, la farmacia comunitaria, impartir formación a otros compañeros y elaborar cosméticos con mi propia marca «gh», así que no puedo pensar en un futuro mejor que el de continuar con los tres proyectos a largo plazo y que me acompañen mis dos hijas.