Farmacéutico de oficina de farmacia

La oficina de farmacia es una de las salidas más notorias de los recién titulados. Muchos de ellos empiezan por probar y acaban quedándose, como es el caso de Pilar Barral, farmacéutica de Madrid, que ha querido compartir su experiencia con nosotros, junto a Javier Plaza, farmacéutico sustituto en Mazarrón, Murcia.

Según los datos estadísticos de Portalfarma1, a 31 de diciembre de 2010 en España había 64.203 colegiados, el 68% del total, 43.682, ejerce en oficina de farmacia. De éstos, 24.146 (55,3%) son propietarios o copropietarios de la misma.

 

Salidas dentro de la oficina de farmacia

Cuando pensamos en una oficina de farmacia solemos imaginar un establecimiento genérico, sin especializar. Esto cada vez irá cambiando más, a medida que vayan incorporándose a la titularidad farmacéuticos jóvenes con visiones más modernas de la farmacia, ya que la farmacia sin especialización tiene difícil subsistencia. Por ello, me gustaría lanzar un mensaje positivo a todos aquellos que os estéis planteando la oficina de farmacia como salida: es una muy buena opción, ya sea como titulares, sustitutos o adjuntos. La formación continuada es indispensable. Hay que ir ampliando: no os quedéis sin hacer nada más una vez finalizados vuestros estudios. Estar especializados en: nutrición, dietética, formulación magistral, ortopedia, gestión de equipos,.... os abrirá más puertas y un mejor salario dentro de la oficina de farmacia.

Dentro de la botica encontramos farmacéuticos, farmacéuticos adjuntos, farmacéuticos sustitutos, farmacéuticos regentes y farmacéuticos titulares. ¿Qué hacen cada uno de ellos?:

Farmacéutico titular. Es el farmacéutico propietario o copropietario de la farmacia. Esta titularidad se puede obtener bien mediante sucesión hereditaria, donación o compraventa, bien mediante la participación en concursos públicos convocados por las distintas comunidades autónomas con el objeto de abrir nuevas oficinas de farmacia2. En la actualidad, la titularidad es de una única oficina de farmacia por farmacéutico.

Farmacéutico regente. Es el licenciado que ejerce temporalmente las funciones y asume las responsabilidades correspondientes al titular o cotitular en los casos de fallecimiento, jubilación, incapacitación o declaración judicial de ausencia de cualquiera de ellos. Al finalizar 2010, había 100 colegiados ejerciendo como regentes, según datos Portalfarma.

Farmacéutico sustituto. Es el licenciado que temporalmente ejerce las funciones y asume las responsabilidades atribuidas al titular o cotitular, en supuestos distintos de los contemplados en el apartado anterior, que aparezcan regulados en las correspondientes normas autonómicas de ordenación farmacéutica. El 6,6% de los farmacéuticos que trabajan en oficina de farmacia son sustitutos, según datos de Portalfarma 2010.

Farmacéutico adjunto. Es el licenciado que, bajo la dirección del farmacéutico titular o de uno de los cotitulares, del regente o del sustituto, colabora en las funciones propias de su profesión que se desarrollan en la oficina de farmacia en la que está contratado3. El 37,3% de los farmacéuticos que trabajan en oficina de farmacia son adjuntos, según datos de Portalfarma 2010.

 

¿Por qué es una salida atractiva?

La mayoría de los farmacéuticos responden a esta pregunta con: la proximidad con el paciente, el trato humano, la confianza que los usuarios les tiene, aplicar los conocimientos adquiridos en la carrera, y una satisfacción personal. No es un trabajo fácil, sobre todo al principio, cuando los usuarios no te tienen confianza, no saben quién eres y tienen miedo de que les engañes; el que haya trabajado detrás de un mostrador sabe de lo que le hablamos, más todavía si los demás compañeros de trabajo hace tiempo que están trabajando en la farmacia y gozan de la confianza de los parroquianos.

Es una salida profesional bonita y tiene una proyección profesional siempre que quieras seguir aprendiendo. La formación a distancia es una buena ayuda, ya que normalmente el horario de oficina de farmacia suele ser un poco complicado de combinar con los estudios presenciales.

 

Cursos, páginas web y asociaciones que pueden ser interesantes si trabajáis en una oficina de farmacia:

• SEFAC: www.sefac.org

• Aula Mayo: www.aulamayo.com

• Portalfarma: www.portalfarma.com

• Ágora Sanitaria: http://www.agorasanitaria.com/

• UNED: http://apliweb.uned.es/guia-cursos-eduper/guia_curso.asp?id=506161&curso=2012

 

Bibliografía

1. Estadísticas colegiados 2010. Portalfarma.http://www.portalfarma.com/pfarma/taxonomia/general/gp000016.nsf/voDocumentos/FB3B40D1BC1A2BE6C125788C002D470D/$File/Estad%C3%ADsticas+Colegiados+2010.pdf?OpenElement (última consulta: 14/2/12)

2. Concursos públicos para la apertura de nuevas oficinas de farmacia http://www.elfarmaceutico.es/el-farmaceutico-joven/numero-1-marzo-2011/item/102-concursos-publicos-para-la-apertura-de-nuevas-oficinas-de-farmacia.html (última consulta: 14/2/12)

3. Resolución de 7 de enero de 2011, de la Dirección General de Trabajo, por la que se registra y publica el XXIII Convenio colectivo marco para oficinas de farmacia. http://boe.es/boe/dias/2011/01/24/pdfs/BOE-A-2011-1312.pdf (última consulta: 14/2/2012)

 

Dos experiencias

En esta ocasión, dejamos que dos farmacéuticos, una adjunta, Pilar Barral, de Madrid, y Javier Plaza Zamora, sustituto en Mazarrón (Murcia), compartan con vosotros su experiencia, que os puede resultar muy útil.

 

Javier Plaza Zamora

Soy farmacéutico sustituto de la oficina de farmacia Dres. Zamora Navarro de Mazarrón (Murcia), tengo 35 años, y estoy contentísimo con el desarrollo de mi profesión.

Llevo trabajando en la farmacia desde el año 2000. Ésta es una farmacia familiar, soy la cuarta generación de esta familia de farmacéuticos. Desde un punto de vista asistencial, doy servicio de dispensación y educación sanitaria a nuestros pacientes, conociendo su riesgo cardiovascular con el programa «Cuídate Corazón», de Lácer. El día a día con el paciente es enriquecedor y motivador, somos un recurso sanitario muy accesible y nos consultan a diario, a la par que aprovechamos para realizar estudios con el paciente sobre el uso de los medicamentos, la adherencia al tratamiento, la efectividad del tratamiento, la satisfacción del paciente. También me ocupo del blog de la farmacia http://fplazam.wordpress.com/, Facebook y Twitter, que son oportunidades para comunicarnos con nuestros pacientes y para que ellos se comuniquen con nosotros, para que mejoren su salud, conozcan su enfermedad y sean protagonistas en el cuidado de su salud.

Aparte, tengo funciones de gestión de un pequeño negocio, como es la farmacia, y ahí hago un poco de todo, compras, marketing, recursos humanos. Es un aspecto más desconocido pero muy interesante; para que la farmacia funcione hace falta que el equipo esté dirigido de una forma adecuada, de manera que cada uno rinda según sus características, sin olvidar la gestión de los recursos económicos.

 

Pilar Barral

Mi llegada al mundo de la farmacia fue totalmente inesperada. No puedo decir que lo mío fue por vocación, porque no sería justa. Yo, desde niña, quería estudiar medicina. Pero las notas no me dieron esta posibilidad. Fue mi madre la que me animó a estudiar Farmacia. Me dijo que tenía muchas posibilidades (ahora ni se imagina cuantas) y que podría trabajar en muchos y variados sectores. La idea no me entusiasmaba demasiado porque, por aquel entonces, mi idea de los farmacéuticos no era muy alentadora. Antes de empezar la carrera, mi idea de un farmacéutico era la de un tendero que tenía como tienda una farmacia. No me podía imaginar, ni de lejos, las tareas que allí se llevan a cabo todos los días. Yo pensaba que llegaba la gente, pedía lo que quería y se iba sin recibir ningún tipo de atención. Durante la carrera, he de decir que esta opinión que tenía sobre las oficinas de farmacia apenas varió. No fue hasta que hice las prácticas tuteladas y tuve mi primer trabajo como farmacéutica que cambió totalmente mi imagen del farmacéutico de oficina de farmacia.

Llevo más de 8 años trabajando como farmacéutica adjunta en una farmacia de barrio. Conozco a todos y cada uno de los pacientes que por allí pasan, con nombres y apellidos. Y ellos me conocen a mí y, lo que es más importante, confían en mí. Como profesionales sanitarios que somos, creo que es fundamental que nos vean como a alguien cercano a ellos, a quien expresar sus dudas y sus miedos, y en quien confiar a la hora de tomar decisiones.

Tras acabar la carrera, lo único que quería hacer era trabajar y empezar a desarrollarme como farmacéutica. Me planteé muchas posibilidades de trabajo (industria, hospital, farmacia). He de reconocer que la mayoría de los trabajos ofertados eran para oficinas de farmacia. Las ofertas eran muchas y variadas; había todo tipo de farmacias (más grandes o más pequeñas, con horarios diferentes, en barrios muy distintos...). Trabajo en una ciudad grande, como es Madrid, y aquí las distancias pueden llegar a ser un problema. Por eso me decanté por una farmacia cercana a mi casa. Nuestro horario de trabajo no es el mejor del mundo y puede llegar a ser un poco agotador. Por eso creo que es importante, si se puede, elegir un sitio de trabajo cercano a tu hogar. Mi farmacia es, como ya he dicho, totalmente de barrio. Toda la gente se conoce, y todos los cambios que se lleven a cabo se miran con mucho recelo. Por eso, mis primeros meses fueron un poco duros. Te encuentras detrás del mostrador, ante gente a la que no conoces y que no te conocen. Te miran con desconfianza y dudan de tu capacidad. Al principio, me trataban como a la chica nueva que sólo vale para traer cajitas. Siempre que entraba alguien preguntaba por mis jefes, lo cual era bastante frustrante, aunque era lógico porque no me conocían. Por suerte para mí y para ellos, el tiempo es una bendición y la confianza fue creciendo.

Ahora ya no soy la chica nueva, soy Pilar y mi opinión les infunde tranquilidad. Siempre que llegan con algún tratamiento nuevo, analíticas, pruebas diagnósticas o con cualquier información que les haya dado el médico, me preguntan y esperan a que les dé mi opinión. El hecho de que me hagan partícipe de sus vidas y que pongan en mis manos una responsabilidad tan grande con un tema tan delicado como es la salud, supone la mejor de las recompensas como profesional y como persona.

No olvidemos que tratamos con personas, no sólo pacientes, con sus preocupaciones y sus miedos, y que esperan de ti una palabra de ánimo o de consuelo, o simplemente que les escuches. Ésa es la labor del farmacéutico: nos debemos a nuestros pacientes porque, al fin y al cabo, eso es lo que esperan de nosotros. Yo muchas veces digo que no sólo trabajo como farmacéutica, también como psicólogo, confesor y muchas veces, por qué no decirlo, como amiga. A mí me han venido a contar que han sido abuelos, que sus hijos se han casado, que van a tener un bebé... Nos traen sus miedos, pero también sus alegrías. Nos permiten formar parte de su vida. Y eso es porque nos han permitido entrar en ellas a base de diálogo, confianza, paciencia (en ocasiones mucha paciencia) y respeto.

El trabajo como farmacéutico de oficina de farmacia está en constante desarrollo. Ante nosotros se abre un abanico de múltiples posibilidades. El desarrollo de la atención farmacéutica, el seguimiento farmacoterapéutico y nuestra especialización en otras áreas de trabajo (ortopedia, óptica, dermocosmética) hace que estemos en constante evolución y que, poco a poco, vayamos mejorando nuestra atención al paciente. No debemos dejarnos caer en la rutina, hay que tener inquietudes y querer avanzar. Para eso, una vez más, nuestra posición como farmacéuticos nos hace ser unos privilegiados. Tenemos ante nosotros todo un campo por descubrir. Y la sociedad lo está viendo, y nos empuja a continuar ya que sus demandas no paran de crecer. Cada día nos ponen un reto nuevo, y nosotros lo aceptamos y lo desarrollamos. Ya nos hemos olvidado de vender cajitas, ahora dispensamos salud. Ése es el verdadero significado de ser farmacéutico.

Por todo esto, y desde mi humilde posición de farmacéutica adjunta, animo a todos y cada uno de los jóvenes farmacéuticos que estén a punto, si no lo han hecho ya, de salir de la facultad, que se planteen el trabajo como farmacéutico de oficina de farmacia. En esta profesión vais a encontrar muchos caminos, muchas oportunidades y muchas sorpresas. No os sintáis como tenderos porque no lo sois. Sois un eslabón muy importante en la cadena de la atención primaria. Pensad que sois las personas que están más en contacto con los pacientes, y eso os coloca en una posición privilegiada. Lo que podéis hacer por ellos es inimaginable. Y lo que os va a reportar a vosotros como profesionales sanitarios es incalculable. Yo cada día estoy más agradecida de la profesión que he elegido. Tiene momentos duros, muy duros, pero los buenos son los que perduran y los que os harán seguir luchando. Poco a poco estamos consiguiendo un reconocimiento por parte de la sociedad. Ya no somos más los chicos de las aspirinas, somos profesionales, tanto para los pacientes como para el resto de profesionales sanitarios (médicos, enfermeros...). La salud es un todo, y nosotros formamos parte de ello. O por lo menos, eso es lo que a mí me enseña mi trabajo día a día.

Estoy muy orgullosa de ser quien soy, Pilar, la farmacéutica del barrio.