– ASPROFA tiene, según creo, algo más de un año de vida. ¿Por qué se consideró necesaria una nueva asociación farmacéutica? ¿Cuáles son los orígenes de ASPROFA?
– Vimos que en nuestra profesión había una falta de unión que queríamos intentar corregir, y que ninguna asociación o sociedad científica respaldaba a todos los profesionales de la farmacia. Y nacimos con el objetivo de sumar, no de sustituir las funciones o acciones que realizan las asociaciones, organismos oficiales (colegios y Consejo) y/o sociedades ya existentes. Por eso decidimos crear una asociación que representa a todos los profesionales de la farmacia, desde técnicos y auxiliares hasta farmacéuticos comunitarios, de hospitalaria, de atención primaria o industria. Incluso a las empresas o laboratorios del sector. Los orígenes se remontan al primer congreso, en Granada, pero se plasmaron en Salamanca, en nuestro segundo congreso, con su presentación oficial.
– ¿Con cuántos asociados cuentan en la actualidad y a qué aspiran? ¿Tienen representación en toda España?
– Tenemos más de 3.500 registrados en nuestra web, que acceden a todo nuestro contenido de formaciones y al congreso, y vamos camino de los 500 socios. Disponemos de representación en toda España, aunque tengamos la sede en Mallorca.
– ¿Mantienen contacto con otras asociaciones farmacéuticas? ¿Colaboran con ellas?
– Desde que creamos ASPROFA nos han invitado a colaborar en eventos de otras sociedades o asociaciones farmacéuticas como LASEMI, en el congreso de Burgos del Consejo General de Farmacéuticos, con Farmamundi, con ONG farmacéuticas, este año colaboramos con SAMS (Síndromes Arrítmicos relacionados con la Muerte Súbita)...
– El tercer congreso debería ser el de la consolidación de ASPROFA. ¿Será así? ¿Cuáles serán sus líneas maestras?
– Exacto, decidimos hacerlo en Madrid para consolidarnos, y seguiremos la línea de éxito de los anteriores congresos, combinando la formación con lo social. Continuaremos con talleres simultáneos que abarquen temas de gestión, de ortopedia, de categorías, probióticos... Tendremos a Lucía Galán y a Gemma del Caño como conferenciantes estrella, y tocaremos el tema de los servicios farmacéuticos en la farmacia rural, para el que contaremos con Lucrecia Gutiérrez, de la farmacia de «El Boalo» (Madrid), que ha estado de actualidad este año, y con Emilio García, que tiene la farmacia en Huécija, un pueblo de Almería. Tocaremos también temas de la actualidad política farmacéutica, habrá alguna sorpresa con Albert Pantaleoni y tendremos una mesa sobre el paciente oncológico en la que participarán Virginia Barrau, vocal de Dermofarmacia del COF de Zaragoza; Ishoo Budhrani, farmacéutico comunitario en Los Realejos (Santa Cruz de Tenerife); y el vocal nacional de Dermofarmacia, Tomás Muret. Todo esto combinado con una comida y dos cenas, que también es importante. Y tendremos alguna sorpresa por Madrid...
– ¿Cuáles son las previsiones de asistencia?
– Esperamos unos 400 o 450 asistentes.
Los días 17 y 18 de mayo se celebra en Madrid el 3.er Congreso Nacional de Profesionales de la Farmacia, organizado por ASPROFA, la asociación más joven de la farmacia española y quizás una de las que empujan con más fuerza. Hablamos con su impulsor y presidente, el farmacéutico balear Baltasar Pons Thomas.
– Le he oído decir que su principal reto con el congreso es que sea «de gran calidad, innovador y diferente». ¿En qué sentido será «diferente»?
– Nuestro congreso se diferencia en que pueden asistir desde estudiantes hasta técnicos, auxiliares de farmacia, farmacéuticos de cualquier ámbito, de la industria, de los laboratorios... El congreso nació con la idea de impulsar cualquier iniciativa de gente joven y con ganas que necesitaba un respaldo para poder llevarla a cabo, y funcionó tan bien que este año tenemos los II Premios ASPROFA-Mylan a las mejores iniciativas y pósteres científicos, con premios para estudiantes y para profesionales.
– Además del congreso, ¿qué otras actividades lleva a cabo ASPROFA? Tengo entendido que la formación es una prioridad.
– Nuestra prioridad es la formación de nivel básico, pues para la formación de mucho nivel ya hay otras sociedades científicas. Además, esto era lo que nos demandaba la gente. El año pasado sacamos a la luz nuestra Guía Rápida ASPROFA, en la que se incluyen los problemas de salud más comunes que vemos en las farmacias, así como preguntas frecuentes que tenemos en nuestro día a día. Ha tenido tanto éxito que este año sacamos la segunda guía con más patologías y una guía de dermofarmacia. Lo bueno de estas guías es que son nuestros socios los que participan en su elaboración. Así impulsamos a la gente joven a publicar sus trabajos y experiencias.
– Cambiemos un poco de tercio. ¿Cómo ve el presente de la farmacia comunitaria?
– Pues el presente lo veo adaptándonos a todo lo que se nos viene encima: reales decretos, bajadas de precios, SEVeM... En ASPROFA hemos realizado varios estudios, sobre todo de servicios profesionales, y hemos visto que las farmacias tienden a potenciar cada vez más su vertiente asistencial, más centrada en el paciente, y, por tanto, el objetivo es que los pacientes se vayan de la farmacia con la mayoría de sus necesidades de salud cubiertas.
– ¿Y el futuro?
– El futuro pasará por gestionar muy bien la farmacia, tanto en temas de compras, stock y rentabilidad, como en todo lo que podamos ofrecer, y eso es lo que nos diferenciará de los demás competidores. Cada vez quitaremos más papel y pasaremos a ser más digitales, y esto precisará que hagamos una gestión mejor. Será vital la presencia digital, tanto para la formación como para la información o para que conozcan nuestra marca farmacia.
– ¿Cuál es, en estos momentos, el tema más preocupante o urgente para la farmacia comunitaria española?
– Los desabastecimientos y las constantes bajadas de precios. Es demasiada impotencia no poder dispensar la medicación a los pacientes, no tener sustituto alguno y desconocer cuándo entrará, y lo peor es que es algo que ocurre a diario. Lo intentamos solventar informando a los médicos de las faltas y solicitándoles que valoren un cambio de medicación. Yo sería más duro con las sanciones a esos laboratorios, y sobre todo exigiría más transparencia para que sepamos qué está pasando y por qué no nos llegan determinados medicamentos. Y cuando veo que algún laboratorio se quiere saltar el canal de distribución... eso sí que lo sancionaría. Y los precios, pues como cada año tiramos dinero al mar, tenemos que adaptarnos a las bajadas y aguantarnos sí o sí. Otro tema que nos preocupa es el de las subastas; espero que nuestros compañeros andaluces lleguen a gozar de los mismos privilegios que el resto de España, ojalá.
– Me gustaría acabar hablando de la influencia de Internet en la farmacia. Es evidente que ya está afectando, pero es fácil intuir que aún habrá más cambios. ¿Cuáles serán esos cambios, en su opinión?
– La farmacia puede ayudar a los pacientes a adaptarse a las nuevas tecnologías, orientándolos hacia canales fiables de información sobre la salud, fármacos, uso correcto... Debemos ayudarlos para que vayan hacia una salud sin bulos, y conseguir que confíen en los profesionales y no en Google. Las nuevas tecnologías hay que verlas como una alianza y no como una amenaza.