A Paula le colocaron una prótesis en la rodilla derecha hace quince años, y aún espera la llamada del cirujano para la izquierda. La operaron de cataratas en su ojo derecho hace cuatro años, y todavía aguarda el aviso del oftalmólogo para el izquierdo. Sin embargo, su anhelo más importante, su razón de existir, su ilusión, lo que la partió por la mitad, no tiene que ver con el dolor de sus rodillas. Tampoco con su vista cansada, aunque esté cansada de esperar y quiera ver. ¿Y a quién quiere ver? A Pablo.
Las revistas con una periodicidad como la de El Farmacéutico tienen la ventaja de que puedes dejar reposar las ideas a la hora de escribir un artículo, muy lejos del vómito de higadillos que significa, por ejemplo, Twitter. Pero también, al escribir en revistas como la nuestra a veces uno corre el riesgo de quedarse obsoleto, y eso puede parecer si en este artículo aludo a la fiesta de Halloween, perdida ya en la memoria de todos, afortunadamente, cuando se lea mi columna. Pero, aunque al inicio del texto me refiera a la cadavérica fiesta, espero convencerles de que no va de esqueletos, aunque en realidad aludo a una profesión que no parece poner pie en pared y puede ser objeto de dicha celebración en tiempos no lejanos: la nuestra.
Manuel Machuca ha anunciado que no se presentará a la reelección a la presidencia de la Sociedad Española de Optimización de la Farmacoterapia (SEDOF) en las elecciones previstas para el próximo 15 de julio.
Desmedicalizar a los pacientes está de moda. Cada vez se cuestionan más tratamientos farmacológicos, y por muy diversos motivos. Así, a bote pronto, podría recordar la utilización crónica de omeprazol o de las benzodiacepinas, el papel de los bifosfonatos en la prevención de la osteoporosis, la administración de vacunas como las de la varicela o el papiloma humano, los suplementos de calcio, los antidepresivos en no pocas situaciones, las estatinas o el ácido acetilsalicílico en prevención primaria… No se trata de hacer una lista exhaustiva de medicamentos cuya utilidad y seguridad a largo plazo están en cuestión.
Ella abrió la puerta y se dirigió al mostrador. El farmacéutico se acercó a atenderla. De repente, al verla se acordó de su hija. No era de su edad, desde luego, porque ésta debía de haber cumplido ya los veinte años. Al menos, dieciocho, porque llevaba bajo el brazo una carpeta de la Universidad y un libro de Derecho Mercantil. Quizá fuera la sonrisa abierta la que le hizo acordarse de su primogénita, que para el próximo mes cumpliría catorce años. Pero, desde que supo por su esposa, hace unos meses, que ya se había hecho mujer, parecía como si muchas chicas jóvenes que acudían a la farmacia le recordasen a ella.
El 29 de marzo de 2014 la Sociedad Española de Optimización de la Farmacoterapia (SEDOF) organizará la IV Escuela SEDOF en el Polígono Sur de Sevilla, en el maltratado barrio conocido como las Tres Mil Viviendas. SEDOF se convertirá así en la primera organización que reúne a profesionales de la salud que elije este barrio para sus actividades científicas.
Hacía ya un tiempo que no lo veía. Me lo encontraba con mucha frecuencia tomando café muy temprano, en el bar de grandes cristaleras que hay en una de las esquinas de la plaza. Aunque lo echaba de menos, nunca me acordaba de preguntarle a su hija por él cuando la veía entrar en la farmacia.