• Home

  • Que nos dejen ayudar

Un nuevo estudio en servicios de urgencia de hospitales españoles revela que los medicamentos «funcionan» mal, o que, al menos, podrían hacerlo mucho mejor, y que esto es muy costoso: tanto para las personas en las que el efecto debería ser el adecuado, como para el sistema sanitario que entre todos nos hemos dado, que soporta los costes provocados, a menudo innecesarios.  

Hay que agradecer y felicitar al Grupo de Investigación en Atención Farmacéutica de la Universidad de Granada por este nuevo diagnóstico de la situación que hay en España en materia de medicamentos. El que ha dirigido Paloma Fajardo sucede y da plena vigencia al que hizo Isabel Baena hace años, con motivo de su tesis doctoral. Y hay que tener un recuerdo especial al que se realizó por primera vez en este país, llevado a cabo por Laura Tuneu y el equipo que entonces dirigía el recordado Joaquim Bonal, en el Hospital de la Santa Creu y Sant Pau, de Barcelona.

En materia de morbilidad asociada a medicamentos, estos trabajos no dejan duda de que un país en crisis como el nuestro gasta enormes cantidades de dinero innecesarias. Quienes administran el dinero de todos lo saben, al igual que también conocen que existe una tecnología sanitaria que ha demostrado acometer con éxito este problema, lo que en España denominamos, desde 2001, hace ya diez años, «seguimiento farmacoterapéutico». Solo hace falta que tomen la decisión de que nos dejen ayudar.

Sin embargo, todo tiene un pero en esta vida. Si admitimos que este problema existe, también tenemos que hacer propuestas de cómo resolverlo. Sí, ya sé, se llama, ya lo nombré un poco más arriba, seguimiento farmacoterapéutico. Sí, pero cómo, cuándo, a quién, dónde, con quién. Quizá la única pregunta a la que hemos sabido responder como profesión es a la del por qué. Hace falta contestar a las demás. Recuerdo a tantos y tantos fotógrafos que, a través de sus imágenes, perfectamente encuadradas, con una luz impresionante, han denunciado tragedias y nos han sensibilizado con la cruda realidad que sufren muchas personas. Sin embargo, un fotógrafo por sí solo no ha cambiado el mundo. Necesita de quien se comprometa y se movilice para que esa realidad deje de existir.

Que un tercio de los pacientes de urgencias estén mal medicados, como señalaba El País, no debe hacer sino movilizarnos para apostar por el cambio. Y no vale utilizar esa noticia en nuestro propio beneficio si no hacemos una propuesta concreta y definida, una hoja de ruta para que se aborde el problema.

Porque sabemos que el problema existe, pero no sabemos hasta qué punto podemos reducir su incidencia. Que existan cardiólogos no ha hecho que desparezcan los infartos. Así que debemos proponer cómo minimizar una situación que nos puede ayudar a que la sociedad se sensibilice con nuestras propuestas. Pero también sabemos que éstas deben ser algo más concretas, pues de otro modo pueden volverse contra nosotros.

Y para finalizar, para todos los que creéis que nuestro cambio profesional pasa por ser cada vez más profesionales de la salud, recordaros el nombre de esta sección para que tengáis esperanza. Ya viene el sol, cada vez está más cerca. Y si queréis que os ilumine antes, salid a su encuentro. El sol sale para todos, pero no deslumbrará a quienes abandonaron la oscuridad.

Destacados

Lo más leído