Introducción
La llegada de los citostáticos orales ha supuesto un cambio drástico en el panorama de la terapia del cáncer, siendo a día de hoy una tendencia muy prometedora, mediante la que el paciente puede tratarse en su hogar y sin necesidad de acudir al hospital a recibir quimioterapia intravenosa, entre otras ventajas. No obstante, a la prescripción de un tratamiento oral es inherente la posibilidad de una falta de adherencia. En consecuencia, el éxito de la terapia ya no sólo depende de las propiedades intrínsecas de la medicación, sino de la habilidad/ predisposición del individuo para tomarla correctamente.