Omalizumab: posiblemente el primer anticuerpo monoclonal para el tratamiento de la urticaria crónica espontánea refractaria

El asma es una enfermedad crónica en la que se ven afectada las vías respiratorias. Éstas están formadas por tubos encargadas de llevar el aire hacia dentro y fuera de los pulmones. En el caso de padecer asma, las paredes internas de sus vías respiratorias se inflaman y se estrechan, y como consecuencia los pulmones reciben menos aire.

Omalizumab: posiblemente el primer anticuerpo monoclonal para el tratamiento de la urticaria crónica espontánea refractaria
Omalizumab: posiblemente el primer anticuerpo monoclonal para el tratamiento de la urticaria crónica espontánea refractaria

Los síntomas más habituales son:

  • Respiración con silbido.
  • Tos, especialmente temprano por la mañana o por la noche.
  • Presión en el pecho.
  • Dificultad para respirar.

Tratamiento: omalizumab
El asma, al ser una enfermedad crónica, requiere un tratamiento continuo. Hay dos clases generales de medicamentos contra el asma: medicamentos para el alivio rápido para detener los síntomas (ẞ-agonistas, anticolinérgicos) y medicamentos a largo plazo para la prevención de síntomas (corticoides, antileucotrienios)
Los modificadores de leucotrienos generalmente se usan para abrir las vías respiratorias, siendo un medicamento de este tipo el omalizumab.
El omalizumab es un anticuerpo monoclonal humano derivado del ADN recombinante que actúa uniéndose a la inmunoglobulina E (IgE) disponible para desencadenar la cascada alérgica; es decir, bloquea la acción de la IgE. Este tratamiento se utiliza en determinados pacientes con asma alérgica persistente y cuyos síntomas no mejoran con los esteroides inhalados, para disminuir el número de ataques de asma, en pacientes adultos y niños mayores de 12 años que presentan test cutáneo positivo o cuya función pulmonar se vea reducida (menos del 80%). Por lo tanto, sólo debe emplearse en pacientes cuyo asma se encuentre mediado de forma convincente por la IgE.
El omalizumab se debe administrar vía subcutánea en la región deltoidea del brazo o en el muslo, debido a la gran viscosidad que presenta este medicamento. Se puede utilizar junto a otros medicamentos contra el asma. Este medicamento puede producir una serie de reacciones adversas, tales como cansancio, dolor de oídos, dolor en las articulaciones y dolor en el lugar donde le inyectaron el omalizumab.
También se debe tener en cuenta que su uso puede provocar la aparición de infecciones parasitarias helmínticas, ya que la IgE parece participar en la respuesta del organismo frente a la parasitosis, por lo que el tratamiento con omalizumab aumenta el riesgo de padecer estas infecciones.
El omalizumab puede atravesar la barrera placentaria, por lo que se recomienda utilizar en el caso de que no existan alternativas terapéuticas y los beneficios superen los posibles riesgos.
En resumen, en el caso de pacientes con brotes asmáticos el tratamiento de elección será con agonistas ẞ-adrenérgicos de acción rápida y corta, combinados o no con corticoides. Y en el caso de pacientes con asma alérgica persistente y cuyos síntomas no mejoran con el tratamiento mencionado anteriormente utilizaríamos el omalizumab.

Estudios clínicos
Se está llevando a cabo un ensayo clínico con omalizumab -estudio Glacial-, en el que se ha confirmado los resultados de eficacia y seguridad en el tratamiento de la urticaria crónica espontánea refractaria.
Los resultados del ensayo clínico en fase III realizado en pacientes con urticaria crónica espontánea refractaria a antihistamínicos confirman la eficacia, tolerabilidad y seguridad para registro del anticuerpo monoclonal omalizumab en el tratamiento de esta patología.
Concretamente, las cifras del estudio Glacial confirman los resultados del ensayo Asteria II, de evaluación de la eficacia y seguridad de omalizumab. Y los resultados que se han obtenido es que más de la tercera parte de los pacientes tratados con esta molécula estaba libre de prurito y ronchas en torno a la semana 12 de tratamiento, frente al 5% que lo conseguía con placebo.
Durante ese mismo periodo, el 52% de los pacientes logró mantener controlados los síntomas de la urticaria crónica espontánea, frente al 12% de los que lo lograron con placebo, manteniendo estas mejoras a lo largo del tratamiento y hasta la semana 24. También estos pacientes en tratamiento con omalizumab experimentaron un aumento significativo de días sin aparición de angioedema.
Además, el estudio Glacial, desarrollado por Novartis, también evaluó la mejora de la calidad de vida de estos pacientes, que suelen sufrir privación del sueño y comorbilidades psicológicas como ansiedad y depresión.
De aprobarse esta nueva indicación para omalizumab (ya se utiliza para el tratamiento del asma alérgico grave), éste se convertiría en el primer anticuerpo monoclonal utilizado en esta patología para la que, actualmente, la única opción terapéutica que existe son los antihistamínicos, no respondiendo a ellos hasta el 40% de los pacientes, incluso en dosis superiores a las aprobadas.

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