Si alguno de ustedes ha reconocido el título de este artículo es que les gusta el cine. Y el buen cine, además, porque es una de las canciones del musical Cabaret que Liza Minelli protagonizó en los setenta, cosechando numerosos premios. Aunque la cosa no vaya de cine, sino de Erasmus, como siempre, intentaré darle un poco de arte (del séptimo) para explicarles uno de los temas más escabrosos que arrojan los intercambios. Porque me habrán leído hablar de las maravillas del Erasmus, pero tiene sus peros.

En otra obra maestra del cine, Con faldas y a lo loco, del inigualable Billy Wilder, en la última escena de la película, un travestido Jack Lemmon desgrana las razones por las cuales no puede casarse con el anciano rico que había quedado prendado de sus encantos femeninos: que si fuma, que si no podrá tener hijos, etc. Harto de la indiferencia que muestra su flamante prometido, finalmente confiesa el mayor problema que tiene, ser un hombre, a lo que el viejo millonario le contesta «nadie es perfecto». Pues básicamente eso es lo que le pasa a la archiconocida beca Erasmus. No es perfecta. Tiene tantas ventajas que no me caben en la boca, pero recibe el irrisorio nombre de beca Erasmus porque tiene que tener un prefijo. No acaba ahí la vaina (me refiero a la económica, no a la cinematográfica), ya que al insultante montante de la ayuda hay que sumarle la desigualdad que existe entre las distintas comunidades.

Ventajas y agravios
Esta España de las autonomías tiene muchas ventajas, que tampoco les voy a contar aquí, pero presenta algunos agravios en según qué materias, entre ellas la educación. Según cuál sea su facultad de origen, van a recibir más o menos dinero y podrán optar a otras ayudas o bolsas de viaje, tal y como les voy a ir detallando a continuación.
Voy a contarles un pequeño secreto que imagino que a estas alturas de la película (recuerden que hoy la cosa va de cine) no habrán oído todavía: estamos en crisis. Tenemos la buena costumbre en España de, en época de guerra, recortar del eslabón más débil, la educación y la sanidad (y de esto, amigos farmacéuticos, tienen que estar al tanto), y las becas se recortan que da gusto. Vamos a empezar hablando de los fijos. A todos los Erasmus se les da un dinero que no debe reclamar, a diferencia de otras becas como la SICUE-Séneca, sino que les es otorgado automáticamente al convertirse en beneficiarios del intercambio, y que corresponde a la Prestación de Movilidad de la Comisión Europea y a la subvención lineal del Ministerio de Educación (de aquí en adelante MEC). Dichas cantidades ascienden (por decir algo) a 120 y 172 € al mes por becario (un máximo de ocho meses), respectivamente. Son datos para el curso 2010/2011, el vigente, pero si consultamos los del año anterior podremos ver que dichas aportaciones han descendido desde los 135 y los 215 €, respectivamente. Si tiran de calculadora verán que el descenso es del 12% para la ayuda de la Comisión Europea y de un 20% para la del MEC. Asimismo, debemos destacar que los becarios del MEC que reciban beca para cursar sus estudios, habitualmente también percibirán beca en caso de ser beneficiarios de un Erasmus, y que existe una ayuda adicional para estudiantes Erasmus con discapacidad.
Por tanto, si analizamos el bruto recibido por el grueso de la tropa, realizando el cálculo para una estancia de nueve meses, un curso completo, y teniendo en cuenta que la ayuda del Ministerio es sólo para estancias de un máximo de ocho meses, caeremos en la cuenta de que la única ayuda fija que vamos a tener es de 272,88 € al mes. Yo no sé si ustedes han vivido fuera de casa alguna vez, si han consultado el precio de los alquileres o si hacen la compra habitualmente, pero por si acaso, ya se lo explico yo. Por ejemplo, la vivienda. Buscar piso suele ser uno de los entretenimientos más sufridos del Erasmus (ya les hablaré de esto más adelante, no se me despisten) y aunque entiendo que no van a vivir en el Palacio de Buckingham, creo que sus familias no verían con buenos ojos que se instalasen en un cajero automático. Si cogemos, es un suponer, el precio medio de un piso de alquiler en San Sebastián, que es la ciudad más cara de España, todo sea dicho, con la ayuda económica de la que hablábamos antes podrían aspirar a un piso de 21,3 m2. No está tan mal, ¿verdad? Para una sola persona, es más que aceptable. Si pueden, pídanlo sin cocina porque no les va a quedar dinero para más, así que no van a usarla. Como verán, es una auténtica miseria. Esperemos que su Comunidad Autónoma aporte algo. Vamos a por ellas.

Distintas
Como pienso que este tema es demasiado peliagudo y no quiero que parezca la escena de la ducha de Psicosis, de Hitchcock, he decidido citarlas en orden alfabético para evitar apuñalamientos innecesarios a las políticas educativas de las distintas regiones.
En Andalucía encontramos dos facultades de Farmacia, la de la Universidad de Sevilla y la de la Universidad de Granada. Sus prestaciones económicas son similares. A los dos fijos de antes, espero que los ya famosos 272 €, hay que sumar la aportación de la Junta de Andalucía. El montante total por becario y mes es de 600 € y puede ser de hasta 900 € para los becarios del MEC. En la Universidad de Granada encontramos además un caso curioso, y es el convenio alcanzado con los Ayuntamientos de distintos pueblos, no necesariamente de la provincia de Granada, los hay también de Jaén o Murcia, que aportarán a los alumnos de sus municipios matriculados en dicha Universidad una ayuda adicional a la movilidad.
En Canarias, la actriz única es la Facultad de Farmacia de la Universidad de La Laguna. Ni que decir tiene que los canarios reciben los 272 € de turno, a los que suman diversas ayudas. En primer lugar, el Gobierno Autónomo de Canarias aporta 990.000 € (cantidad ligeramente inferior a la de años anteriores), a repartir entre todos los Erasmus residentes en Canarias que hayan superado más del 30% de las asignaturas de la carrera. Dicha partida presupuestaria se divide en dos modalidades no excluyentes. En primer lugar encontramos una bolsa de viaje, que sería de un máximo de 1.980 € y cuya cuantía podría disminuir en función del número de solicitudes, y por otro lado podemos recibir una ayuda de 213 € adicionales al mes, cantidad que podría disminuir en caso de que el concurso fuese multitudinario. Asimismo, los Cabildos de las distintas islas, conocedores de la escasa oferta que existe en muchas de ellas, colaboran con sus alumnos para favorecer la movilidad, tanto en España como en el caso que nos atañe, con bolsas de viaje que oscilan, según el cabildo, entre los 1.500 € y los 1.900 €. El departamento de Relaciones Internacionales indica además otras ayudas que un Erasmus puede pedir, tales como la de la fundación MAPFRE Guanarteme, las de los bancos (hablaremos de éstas más adelante) o las de los países de acogida. Este dato, siendo cierto, no es facilitado en el resto de panfletos, páginas web o guías de ayuda al estudiante de las demás facultades de Farmacia.
Siguiendo nuestro escrupuloso orden alfabético, el viaje nos lleva a Castilla y León, donde encontramos la más antigua de las universidades que albergan una facultad de Farmacia, la Universidad de Salamanca. El Gobierno Castellano-Leonés presupuestó para el curso 2010 una cantidad en torno a los 257.000 €, que repartiría como bolsa de viaje a todos los beneficiarios de la beca Erasmus y que dividiría en función del número de meses de la estancia. Durante el presente curso, la ayuda fue concedida a 187 paisanos, de manera que cada uno percibiría una ayuda adicional de 152 € al mes.
Los Erasmus de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona reciben una ayuda adicional a los 272 € por parte de la Generalitat de Catalunya que asciende a los 200 € por mes y becario, pero que, a diferencia de otras Comunidades y otras becas, se mantendrá durante un máximo de seis meses. Los beneficiarios entrarán a concurso bajo los siguientes criterios: expediente (50%), conocimiento del idioma (20%), criterios económicos (20%) y país de destino (10%).
Llegamos a la capital. En la Comunidad de Madrid (CAM) hay cuatro facultades de Farmacia, pero hemos sacado del estudio a las universidades privadas ya que sus subvenciones presentan ciertas particularidades, así como sus convenios. Por tanto, nos quedan la Complutense y la Universidad de Alcalá. La CAM destina algo más de dos millones de euros, que divide entre los alumnos beneficiarios de la beca Erasmus que tengan una renta per capita familiar inferior a los doce mil euros. La ayuda máxima será de 1.800 € para estancias de nueve meses, y para estancias menores la cuantía será proporcional (200 € al mes). Además, existe otra particularidad. En los últimos años, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid ha entregado, a toro pasado, un cheque a los boticarios Erasmus. Aporta una cantidad que divide en dos partes iguales a repartir entre las universidades arriba nombradas. Siendo una ayuda útil, es un tanto injusto el reparto, teniendo en cuenta que el volumen de alumnos que manda la Universidad Complutense es bastante mayor, de manera que su ayuda está reducida a la quinta parte de la que perciben los boticarios alcalaínos.
Un caso parecido al anterior ocurre también en la Comunidad Valenciana, donde de nuevo vamos a estudiar sólo las universidades públicas, que en este caso son la Universidad de Valencia y la Universidad Miguel Hernández (UMH), de Alicante. Ambas reciben ayudas, evidentemente, del MEC y de Europa, a las que suman entre 60 y 90 €/mes según el destino en cuestión que aporta la Generalitat Valenciana. Por su parte, la UMH colabora con un fondo propio del que cada Erasmus cobra 38 €/mes, mientras que los estudiantes de la Universidad de Valencia reciben 50 € al mes. Estos últimos, siempre que estén empadronados en el Ayuntamiento de Valencia, optarán a una ayuda adicional de 100 € al mes con la que se premiarán los mejores expedientes académicos.
En Galicia, el aporte de la Xunta puede llegar incluso a duplicar las ayudas del Ministerio y la Comisión Europea. Existen dos tipos de ingresos. Uno, en función del número de meses de estancia, que será de 150 € para los alumnos que disfruten de tres meses de beca, 300 € para los de seis y, claro, 450 € para los de nueve. Por otro lado, existe una ayuda dentro de la misma partida que irá desde los 2. 000 € a los 200 € y se repartirá en función del expediente. El grupo de los elegidos, los que tengan un expediente entre 3,5 y 4, recibirán la mayor cantidad, mientras que el pueblo llano, entre 1 y 1,5, recibirá 200 €. El montante máximo al que se aspira será de 2.450 €, es decir, 272 € al mes.
Para acabar, tengo que hablarles del País Vasco. Como siempre, la información que encontramos en su página web es inmejorable y explica perfectamente todas las ayudas a las que cualquier Erasmus puede optar, incluyendo las entidades bancarias que colaboran. Aunque la tabla habla por sí sola, les explico rápido. El Gobierno de Euskadi colabora con 120 € al mes para un máximo de nueve meses y el Vicerrectorado aporta 500 € para cada estancia.

Los bancos
No quiero que vean este artículo como la versión extendida de la trilogía del Señor de los Anillos, pero no conviene olvidar un punto sobre el que les prometí que volvería, las entidades bancarias. El compromiso de las cajas con las obras educativas debe reflejarse en casos como éstos, pero ya les decía que la crisis azota y un ejemplo claro es Caja Madrid. La segunda caja más importante de España suspendió sus becas Erasmus el curso pasado, dejando a los estudiantes madrileños con menos posibilidades de afrontar su estancia con garantías. En la actualidad, la valenciana Bancaja, que recientemente se fusionó con Caja Madrid, es una de las entidades que colaboran más activamente con la causa Erasmus y tiene firmados convenios con numerosas universidades (entre las que nos atañen está, evidentemente, la de Valencia, la de La Laguna o la Complutense, por citar algunas), con las que organiza concursos públicos para incrementar la ayuda a los estudiantes. Sin querer darle bola a ningún banco o caja, la obra social de La Caixa es de reconocidísimo prestigio, tanto en movilidad europea como allende los mares. En los últimos años, la Fundación Fernando Alonso, a través del Banco Santander, ha ofrecido becas cuantiosas. Otras cajas, como la Kutxa o la BBK en Euskadi e IberCaja, en Aragón, también pueden presentar ayudas interesantes que deberían consultar siempre que tenga cuentas en ellas.
Supongo que esta película no ganará el Oscar al mejor guión original, porque los números gustan menos a la Academia que las buenas letras, pero era difícil evitarlos para explicarles que durante muchas etapas del viaje van a sentirse como Paul Newman mientras jugaba al billar por los tugurios de Minnesota; como El Buscavidas, vamos.

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