Erasmus Mundus

Hoy voy a hacer el más difícil todavía: les presento el único rincón de Internet en el que no vamos a hablar (más) de las elecciones al Parlamento Europeo, ergo de Pablo Iglesias, ni de la abdicación del Rey Juan Carlos I.

Erasmus Mundus
Erasmus Mundus

Es difícil, no crean. Incluso podría haber aprovechado el tirón de los partidos de la derecha más a la derecha para hablarles de tiempos (pasados) peores y llevarles, qué sé yo, a Bonn, una de las capitales de la Alemania dividida, o el ascenso de Podemos (última vez, lo prometo) para hablarles del reparto del Europarlamento y visitar esa Torre de Babel europea que es Bruselas. No les digo ya el tirón que tiene el debate monarquía-república, que algunos quieren plantear y otros quieren esconder, y haberles comparado un buen destino monárquico, con uno republicano (lo feo sería elegir uno malo monárquico y uno bueno republicano, o viceversa, para querer engatusarles, como se ha hecho desde según qué medios). Pero no, hoy he elegido otra cosa y voy a ser consecuente, lo que no quita para otro día vayamos a ir a Bonn y a Bruselas, con una excusa que está por venir, porque este viaje depende en parte de por dónde sople el viento.
De primeras les tengo que decir que he elegido un título erróneo. Al menos antiguo, porque ya saben que el nuevo Erasmus+ supuso la unificación (como las Alemanias de Bonn y Berlín) de prácticamente todos los programas educativos europeos, que han perdido su nombre para cobijarse bajo aquel que le ha dado más fama al asunto de los intercambios. Erasmus Mundus era el nombre que recibían durante el sexenio 2007-2013 las becas mitad educación, mitad cooperación al desarrollo, y que ahora han pasado a llamarse Erasmus+ Joint Master Degrees (JMD, a partir de aquí) (Másteres conjuntos internacionales). Estas becas se encuentran dentro de las ideas clave 1 (Key Action 1, KA1), que aloja los programas de intercambios educativos y de voluntariado. Y es precisamente hasta aquí donde quería llegar, porque llevamos algunos meses hablando del Erasmus en este sitio y nunca había usado el término cooperación al desarrollo, pues bien, estamos en ese punto; hemos crecido y hoy vamos a hablar de cosas de mayores.
Para empezar, las becas del Erasmus + JMD son becas de nivel de Máster. Sé que con el nombre lo habían pillado, pero tenía que decirlo. Estas becas se otorgan a los mejores alumnos a lo largo y ancho del mundo entero que deseen realizar un máster interuniversitario. Los másteres se organizan entre tres o más universidades pertenecientes al programa (europeas), que conformarían un consorcio, en colaboración con universidades NO (y sí, lo pongo en mayúsculas) europeas, que estarían sitas en lo que se ha denominado, en el caso que nos ocupa, como países asociados. Además, se prevé la participación de otros organismos que se consideren relevantes para realizar el máster (por su condición de expertos en la materia que sea). La Comisión reconoce a los 28 (doy mi tardía bienvenida a Croacia), a los países candidatos, Islandia, Macedonia, Serbia, Montenegro y Turquía, más Liechtenstein y Noruega, como países que conforman el programa (a Suiza también le consideraba así, pero últimamente están reñidos, que dicen en mi pueblo). Entre los países asociados quedan englobados todos aquellos vecinos de la Unión (página 24 de esta guía, que no les quiero aburrir), aunque realmente los Consorcios se pueden conformar con prácticamente cualquier país. La realización de uno de estos másteres, cuya duración varía entre uno y dos años (oscila por tanto entre los 60 y los 120 ECTS), y la concesión (y posterior aceptación) de una de estas becas, exige el diseño de varias estancias distintas, de manera que dichos másteres deben cursarse en al menos dos de las universidades que conforman el consorcio, para poder asegurar la obtención de un título conjunto o múltiple (para ello se deben cursar al menos un 30% de los créditos en un centro distinto). La dotación otorgada a estas becas se ha multiplicado por siete, e incluye para cada estudiante una bolsa de viaje entre 1.000 y 3.000 €, dependiendo del lugar de acogida, una ayuda de 4.500 € para abonar la matrícula y una atribución mensual fija para alojamiento y manutención de 1.000 €. Hasta aquí es una beca normal; es decir, hay una serie de plazas para un número X de alumnos y van los mejores. La diferencia no es sólo la estructura de los másteres, sino que estas becas están destinadas en su mayoría a eso que hemos llamado países asociados; un 75% de los alumnos becados provendrán de estos países. Con este tipo de acciones, Erasmus+ pretende aumentar el grado de aceptación de las universidades europeas, y por ende de Europa (la palabra que usan desde Bruselas al definir esta acción del programa es excelencia), contribuir y potenciar las perspectivas profesionales de los estudiantes y ayudar a la mejora de la educación superior en terceros países, y todo a través de un intercambio cultural que lleva los mejores alumnos de máster de todo el mundo a juntarse en diferentes países y distintas universidades. ¿Díganme ahora que no suena bien?
Ahora que les he puesto los dientes medio largos, les diré que esta opción no es elegible para el año próximo. Ahora mismo nos encontramos en medio del proceso de evaluación de las universidades participantes, que han enviado sus propuestas a Bruselas para ser examinadas. En julio se informará de los másteres que han sido aprobados y durante el curso 2014/2015 se prepararán para la llegada de las primeras remesas de alumnos que se producirá al año siguiente. Aun con eso, vamos a volver a eso del Erasmus Mundus para fijarnos en algunos de los másteres de la lista ofertados por especialidades porque es más que probable que muchos de esos másteres, que ya han demostrado esa perseguida excelencia vuelvan a ser aprobados y por tanto salgan de nuevo a oferta.
Voy a intentar hablarles de algunos másteres que pueden aceptar farmacéuticos (aunque en muchos de ellos solamente se exige la tenencia de un grado universitario), pero si se encuentran que el texto se corta es que se me ha caído la baba en el teclado y no he podido acabar. Por empezar por alguno, el Máster Europeo de Salud Pública, Europubhealth, se divide en dos años. El primero se imparte simultáneamente en Granada y Sheffield, Reino Unido, y cada estudiante cursa dicho año en una universidad. El segundo se realiza la especialización, que ha de hacerse obligatoriamente en un país distinto al del primer año, a elegir entre Dinamarca, Polonia, Francia, España o Inglaterra. La especialización se divide en siete ramas distintas relacionadas con la salud pública. Además, durante los meses de verano se completarían los cursos respectivos con sendos cursos de 5 ECTS en Francia (si no les queda claro, pinchen aquí). Si por el contrario lo que les ha gustado a ustedes en la carrera son las plantas, cosas como la Botánica o la Farmacognosia, pueden elegir el máster SUTROFOR, Erasmus Mundus Masters Course in Sustainable Tropical Forestry, de difícil traducción, pero en el que caben los conceptos ciencias forestales, tropical y sostenible. También dividido en dos años, el primero se debe realizar entre las universidades de Copenhague, Bangor o Dresde; mientras que exige un cambio de universidad en el segundo, que también depende de la especialización y que incluye a las mencionadas universidades y añade a Padua y Montpelier. Pero no acaba aquí la cosa, porque si están al día en Geografía sabrán que hasta aquí el término tropical está de más: el primer año finaliza con lo que llaman el módulo conjunto de primavera (Joint Spring Module, la traducción es mía), porque entiendo que se realiza en esa época y que incluye trabajos de campo en algunas de las universidades asociadas, que, por si no lo he dicho, están en Nepal, Tanzania, Uganda y Costa Rica. Lloro de verdad, de pura envidia. Ahora mismo me arrepiento de no diferenciar las especies de pino. Confío en que ustedes las recuerden. Y anímense, que Europa no es sólo el Erasmus. Tiene que ser más. Tiene que ser excelente.

Destacados

Lo más leído