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  • ¿Es tiempo de contar con las aplicaciones móviles en salud para pacientes?

Cuando se habla de las nuevas tecnologías, sus grandes avances y las aplicaciones que van siendo absorbidas a velocidad de vértigo y que integramos casi inconscientemente a nuestra vida cotidiana, suele ocurrir que aparecen voces que aseguran que estas son socialmente perjudiciales en tanto que aíslan al individuo, inhibiendo su interacción social; otros, en cambio, ven en ellas una extensión «natural del ser humano» –como puede ser el calzado al pie– y la presentan como un camino sin retorno, no haciendo más que canalizar el conocimiento científico en algo práctico al servicio de los mismos que lo han inventado, desarrollado y compartido con el resto de la sociedad.   

Desde luego, parece que el enfoque práctico del uso de las nuevas tecnologías en salud tiene límites difícilmente visibles. A mí no me deja de sorprender el ejemplo de Neil Harbisson, un chico que solo ve en blanco y negro y que mediante un dispositivo que emite sonidos distintos en función del color es capaz de «ver» dichos colores. Dos curiosidades al respecto. Una es que al visitar un mercado es cuando más disfruta de la variedad de colores. La otra es que tuvo muchos problemas para sacarse el DNI, ya que la legislación vigente no contempla este tipo de situaciones (hacerse una foto oficial con ese dispositivo en la cabeza). Está claro que el caso de Neil es actual, ocurre, su solución funciona y él tiene mejor calidad de vida. La segunda curiosidad, además de sorprenderme, también me deja algo preocupado.

Las nuevas tecnologías en salud ocupan un amplio espectro que va desde los medicamentos a las pruebas diagnósticas, por ejemplo, las aplicaciones móviles en salud (Mobile Health o mHealth). Según Europa Press, el sector de las aplicaciones móviles crece al 800%1, lo que representa un negocio con grandes perspectivas de desarrollo. Ya en un estudio de MIT Enterprise Forum, organización de emprendedores vinculada al MIT (Massachusetts Institute of Technology), cuyo objetivo es la innovación, situaba las perspectivas de crecimiento del sector de las mHealth en torno a los 4.600 millones $ en 2014 y 12.000 millones $ en 20202, debido entre otras cosas a los consumidores potenciales que habrá para el sector. En el informe no se refieren a los jóvenes de entre 15 y 35 años, sino a aquellos nacidos en el baby-boom entre los años 1946 y 1964, donde se sitúan por ejemplo mis padres.

Más allá de su importancia económica y comercial, las mHealth pueden suponer y de hecho ya suponen, como veremos más adelante, un instrumento de gran utilidad en el empoderamiento de pacientes en el manejo de su enfermedad, en la interacción de los pacientes con los sistemas de salud y con los cuidadores, en la adherencia al tratamiento y el cumplimiento del objetivo terapéutico.

 

Desmontando falsas ideas: mayores y jóvenes vs mHealth

Desde luego cuando se habla seriamente de desarrollar una aplicación móvil en salud no se puede dejar de pensar en nuestros mayores. Hace algún tiempo no veía clara la relación, ya que no dejaba de preguntarme lo siguiente: ¿utilizan realmente las personas mayores estas tecnologías?

La idea de que las personas mayores no son usuarios de Smartphone se me ha ido quitando de la cabeza a base de noticias y de anécdotas reales. En el primer caso, The Phone House emitió un informe por el que asegura que el 40% de los usuarios de telefonía móvil de entre 60 y 85 años utilizan smartphones3, motivados en gran parte por las pantallas grandes y los menús táctiles e intuitivos. El otro hecho es el de encontrarme un señor bastante mayor en el mercado de la calle Feria, de Sevilla, enviando un whatsApp, imagino que avisando que había hecho la compra. Me reservo también el hecho de que me comunico por este mismo medio con mi madre, ya que no quiero que piense que es una persona mayor...

De acuerdo con el Center for Technology and Ageing4, la población situada en la tercera edad es el grupo etario que más se podría beneficiar de la utilización de este tipo de tecnología sanitaria. La capacidad para usar la tecnología para dar respuesta a una necesidad de salud parece interesar a las personas mayores. Las líneas que se están desarrollando en este sentido van desde aplicaciones para apoyar el tratamiento de enfermedades crónicas como diabetes, a la detección de caídas en aquellos que son susceptibles, dispositivos que permitan la localización de las personas que tienen afectadas sus propiedades cognitivas, adherencia a los tratamientos, etc.

La población joven también puede ser beneficiaria de las posibilidades de las mHealth. Desde hace un tiempo estoy bajo medicación por hipotiroidismo. En los chequeos semestrales establecidos con control de TSH (hormona tiroestimulante) y otros parámetros biológicos, la dosis de levotiroxina puede verse aumentada o disminuida. En algunos casos, una pauta puede ser la de utilizar presentaciones distintas, de tal manera que permita una adecuación más controlada a la nueva dosis. A mí me resulta complicado acordarme de cuál es la que tomé el día anterior o cuál de las dos dosis me corresponde ese día. Vivo solo, viajo mucho y, la verdad, no lo priorizo como debiera. En otras palabras, si yo tengo problemas con la adherencia al tratamiento, siendo un individuo de 32 años con una sola medicación y sin mis facultades físicas ni psíquicas afectadas (aunque a veces pueda parecer que sí), ya podéis imaginaros lo complicado que puede ser gestionar diariamente la medicación a nuestros mayores polimedicados, que toman varios medicamentos, tienen cambios de tratamientos, etc.

 

Algunos vacíos de las mHealth: seguridad y evaluación e integración con los sistemas de salud

Viendo la Nube en la 2, un buen programa sobre nuevas tecnologías, y donde «conocí» a Neil Harbisson, pude ver a David Cuartielles, co-creador de Arduino, y escuchar la palabra Tricorder por primera vez, aunque venga de la saga de Star Trek. Son dispositivos que captan señales del exterior con la finalidad de tener información del entorno que nos rodea. Esto, extrapolado al mundo de la salud nos da como resultado varios proyectos, como la creación de aplicaciones móviles específicas que pueden servir para hacer prediagnósticos y empoderar al paciente en la toma de decisiones. Comentó también que una empresa californiana, Scanadu, había desarrollado un dispositivo capaz de hacer pruebas clínicas sencillas (tomar la temperatura, analizar una muestra sanguínea, etc.), hacer un primer chequeo y, en función de una serie de algoritmos, decide si es un síntoma menor y no requiere asistencia médica o bien te remite a algún profesional sanitario, ya que podría integrarse con sistemas de citación. La idea me pareció brillante en un primer momento, pero me deja dudas respecto a asuntos como seguridad, evidencia sobre su eficacia real para resolver problemas y su final integración con algún sistema de salud o sistema de cobertura sanitaria. Aún no han tenido tiempo de demostrarlo, pero si lo consiguen puede ser toda una revelación.

Tras la ola de innovación que parece que nos va a caer, cabe preguntarse cómo se va a asimilar toda esta avalancha de innovación a nuestra realidad actual, y no dejo de acordarme de nuestro amigo Neil y sus problemas para sacarse un simple DNI. No obstante, hay más preguntas y más básicas. ¿Cubren estas herramientas las necesidades de aquellos que en un principio más podrían necesitarlo y que además consumen más recursos, como polimedicados? ¿Van a ser seguros estos instrumentos?

 

RecuerdaMed y Pregunta por tu Salud

Como ya hemos visto, la falta de adherencia al tratamiento y la falta de conciliación de la medicación que toma habitualmente el paciente con la que se le prescribe al ingreso, traslado a urgencias o alta hospitalaria, para así detectar las divergencias existentes y corregirlas, son dos de los principales problemas que afectan a un uso seguro de los medicamentos. Según estimaciones de un informe emitido por el New England Healthcare Institute, no tomar la medicación conforme a lo prescrito (no adherencia al tratamiento), junto con las prescripciones no optimizadas tiene un coste anual de 290 billones $5 solo en EE UU, lo que supone alrededor del 13% del total de gasto en salud de ese país.

El Observatorio para la Seguridad del Paciente de Andalucía lleva tiempo realizando esfuerzos para divulgar las mejores prácticas y las recomendaciones para crear aplicaciones que permitan minimizar y evitar problemas derivados de la adherencia y la información médica recibida. Para facilitar esta tarea surgen las aplicaciones para Smartphone RecuerdaMed y Pregunta por tu Salud, que ya cuenta con más de 3.000 descargas en 30 países distintos6.

RecuerdaMed permite añadir todos los medicamentos que se están tomando desde una base de datos oficial, ya sea introduciendo el principio activo o el código nacional. También se incluyen las dosis, la vía de administración y la forma farmacéutica, así como una fotografía del medicamento, reduciendo la posibilidad de errores. Una vez añadidos los medicamentos podemos hacer que la aplicación nos avise con una alarma en cada toma, para así no olvidar ninguna. Además, podremos imprimir un calendario semanal con toda la medicación para ese periodo. Permite añadir a tantos usuarios como se quiera, incluyendo información importante de cada uno de ellos, como pueden ser las alergias. Así, podemos controlar la medicación de toda la familia, o de algún paciente que tengamos a nuestro cargo. En su diseño, desarrollado por un grupo de expertos constituido por farmacéuticos de atención hospitalaria y atención primaria, médicos de familia, referentes en seguridad del paciente y en usabilidad, se ha priorizado la seguridad en el uso de la aplicación, de tal manera que se eviten posibles errores o gaps que pudieran incurrir en reacciones adversas no deseadas derivadas de su uso.

En la actualidad, está en curso la fase 2, que incorpora una nueva función para saber si el paciente ha tomado la medicación, y facilita la elaboración de esta lista de manera conjunta con los profesionales sanitarios. Contamos para este nuevo desarrollo con la Escuela de Pacientes.

Cuando le presenté la aplicación a mi madre pensé, en un principio, que se sentiría ajena a todo esto. Lo cierto es que ni se me ocurrió preocuparme de cómo ella podría interactuar con las aplicaciones móviles en Smartphone y mucho menos pensé si esto podría mejorar la gestión que ella hace como polimedicada. Los resultados que echaron por tierra todo esto no se hicieron esperar.

En Pregunta por tu Salud se facilita una lista con aquellas preguntas importantes que no queremos olvidar hacerle al personal sanitario. Para ello, la aplicación nos ofrece varias sugerencias, agrupadas temáticamente, con preguntas útiles que quizá no se nos ocurren en un primer momento. Junto a cada pregunta podremos anotar la respuesta, y guardar un listado completo, para recuperarlo en cualquier momento en que nos haga falta. Las aplicaciones son gratuitas y están disponibles tanto para Android como iOS.

 

Consideraciones finales

La interacción social y la conectividad serán la plataforma por excelencia en este mundo de este tipo específico de tecnología sanitaria, las mHealth. Tanto para educación, interacción con otros, coordinación de los cuidados sanitarios o autogestión de la salud, las organizaciones sanitarias deberán considerar el móvil como la plataforma primaria de comunicación con el paciente. Si minutos o mensajes gratis funcionan para una población más joven, los mayores apreciarán más calidad del servicio o la manejabilidad del hardware. Parece indiscutible que los servicios sanitarios tarde o temprano tendrán que verse abocados a sumergirse en el uso de las nuevas tecnologías para apoyar su actividad en pacientes, promoviendo su uso y el empoderamiento por parte de estos últimos. Todo apunta a que la interacción social y la conectividad serán indispensables para que finalmente sean útiles y se puedan plantear como «una extensión del ser humano» y habrá que procurar que cuando se verifique y se garantiza que un dispositivo o aplicación en salud es eficaz, segura y facilita la vida a sus usuarios, los sistemas sepan integrarlos lo más rápidamente posible. Habrá que tener presente entonces que no ocurra lo de Neil con el carnet de identidad.

 

Bibliografía

1. El sector de las «apps» sanitarias crecerá un 800% en dos años [Internet]. europapress.es. 2012 [citado 2012 sep 4]. Available a partir de: http://www.europapress.es/portaltic/movilidad/software/noticia-sector-apps-sanitarias-crecera-800-dos-anos-20120129100010.html

2. Galleli M. Boomers, Technology & Health: consumers taking Charge!! [Internet]. MIT Enterprise Forum Northwest; 2011 ene p. 18. Available a partir de: http://www.mitwa.org/sites/default/files/files/MITEF%20NW%20Boomers%20Technology%20and%20Health%20Report.pdf

3. El 40% de los usuarios de 60 a 85 años tienen «smartphones» [Internet]. europapress.es. 2012 [citado 2012 sep 4]. Available a partir de: http://www.europapress.es/portaltic/sector/noticia-40-usuarios-60-85-anos-tienen-smartphones-20120904091004.html

4. Center for Technology and Ageing. Health Technologies: Applications to Benefit Older Adults. [Internet]. Center for Technology and Ageing; 2011 p. 39 p. Available a partir de: http://www.techandaging.org/mHealth_Position_Paper_Discussion_Draft.pdf

5. New England Healthcare Institute. Thinking Outside the Pillbox. A System-wide Approach to Improving Patient Medication Adherence for Chronic Disease. New England Healthcare Institute. 2009.

6. Observatorio para la Seguridad del Paciente de Andalucía. Las aplicaciones móviles «Pregunta por tu salud» y «RecuerdaMed» registran descargas en más de 30 países [Internet]. 2012 [citado 2012 sep 4]. Available a partir de: http://obssegpac.acsa.junta-andalucia.es/agenciadecalidadsanitaria/observatorioseguridadpaciente/opencms/es/noticias/Las-aplicaciones-mviles-Pregunta-por-tu-salud-y-RecuerdaMed-registran-descargas-en-ms-de-30-pases/

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