El ojo seco es una enfermedad crónica y compleja, en la que intervienen múltiples factores, que debe abarcarse desde distintos ángulos. Afecta a la superficie ocular, a la conjuntiva y a los párpados, pero a veces puede causar lesiones corneales y provocar úlceras o uveítis. Por ello es un problema complejo que hay que tratar desde el inicio.
El ojo está continuamente expuesto a diferentes agresiones físicas, externas o fisiológicas, que pueden contribuir a la aparición de molestias o patologías oculares que condicionen nuestra salud ocular. Una de las patologías más importantes con creciente incidencia es el denominado «síndrome de ojo seco» que afecta en la actualidad al 11% de la población española.
Muchas son las causas de la sequedad ocular, pero entre las más frecuentes se encuentran el estrés oxidativo medioambiental y el ojo seco hormonal de la postmenopausia.
En los meses de invierno, las temperaturas frías, el viento o la calefacción pueden producir diferentes síntomas oculares, como la irritación, el ardor, la sensación de sequedad, la sensación de arenilla, el lagrimeo excesivo o la pesadez palpebral. En consecuencia, podemos padecer el síndrome del ojo seco, una afección que se produce porque la superficie ocular no se encuentra correctamente protegida por la lágrima, por un déficit en la cantidad o calidad de la película lagrimal1.
Alcon, compañía líder en salud visual, ha lanzado la campaña «Tienes mucho que ver» con el objetivo de concienciar a la población que se acerque a las farmacias suscritas a la iniciativa sobre el ojo seco, la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) y el glaucoma.
Definición y prevalencia
En el Taller internacional sobre Ojo Seco (Dry Eye Workshop) DEWS II (2017), se define el ojo seco como «una enfermedad multifactorial de la superficie ocular que se caracteriza por una pérdida de la homeostasis de la película lagrimal y que va acompañada de síntomas oculares, en la que la inestabilidad e hiperosmolaridad de la superficie ocular, la inflamación y daño de la superficie ocular, y las anomalías neurosensoriales desempeñan papeles etiológicos»1.
Al finalizar el verano, los españoles se creen a salvo de los recurrentes y molestos problemas oculares. Pero septiembre es el mes en el que la mayoría vuelven a las actividades diarias (trabajo, escuela, etc.) y en el que aumenta el uso de pantallas de ordenador o dispositivos inteligentes; por este motivo, es una época en la que pueden manifestarse síntomas de ojo seco.
Las altas temperaturas, el viento, los ambientes más secos o la radiación ultravioleta son algunos de los factores que convierten la estación estival en la época más sensible para los afectados de sequedad ocular.
El ojo seco posiblemente sea una de las consultas más habituales en la oficina de farmacia, donde podría decirse que hacemos una atención primaria de dicho problema.
Alcon ha completado la gira del proyecto ‘Reto a la vista’, un programa formativo sobre sequedad ocular destinado a farmacéuticos, con el objetivo de protocolizar las visitas de los pacientes en farmacias y ofrecerles un servicio de valor añadido.