Tiempos de cambio: el decreto valenciano, una oportunidad para todas las partes

La controvertida aprobación del Decreto Ley 2/2013, de actuaciones urgentes de gestión y eficiencia en prestación farmacéutica y ortoprotésica, que pretende imponer a las oficinas de farmacia las condiciones mínimas para las prestaciones farmacéuticas, ha llevado a las farmacias valencianas a una situación de tensión y ha generado todo tipo de opiniones. La autora de este artículo ofrece una visión positiva y considera que el decreto valenciano puede ser visto como una oportunidad para todas las partes implicadas.

Logística

Entiendo que si en el concepto de prestación farmacéutica se incluyese tanto al medicamento y su precio como al conjunto de actividades que permiten su adquisición, almacenamiento, distribución, administración y uso racional, el concepto logística se referiría a la adquisición, almacenamiento y distribución.

La logística es un factor esencial para que el medicamento sea eficaz llegando a tiempo al enfermo, en buen estado y en cualquier circunstancia.

El nuevo Decreto 2/2013 de actuaciones urgentes de gestión y eficiencia en prestación farmacéutica y ortoprotésica de la Comunidad Valenciana abre la puerta a la sustitución del sistema logístico actual de distribución de medicamentos en la oficina de farmacia por un sistema alternativo organizado por la Agència Valenciana de Salut, tal como indica en el capítulo 2, artículo 6: «La Agència Valenciana de Salut seleccionará y motivará los productos farmacéuticos donde se realizará una entrega directa a los asegurados y beneficiarios del Sistema Nacional de Salud tanto en los centros sanitarios, centros sociosanitarios o su extensión al domicilio, especialmente en aquellos supuestos fomentados por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para los productos que por sus características sean susceptibles de mecanismos de compra conjunta y centralizada».

Sustentado por la distribución geográfica de la farmacia y por la red de repartos de los almacenes distribuidores, el sistema actual de logística de las oficinas de farmacia es muy bueno.

Antes de sustituir un sistema que funciona, se debe estudiar detalladamente la rentabilidad del actual. En la propuesta de retribución de las dispensaciones de fármacos en las oficinas de farmacia españolas realizada por mis compañeros de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC), el coste de la logística viene incorporado como un porcentaje dependiente del coste del medicamento. Es un buen inicio para un estudio pormenorizado de la logística de la oficina de farmacia.

Adquisición

Hacer un cálculo del coste de adquisición de los medicamentos, incluidos los descuentos comerciales reales de los almacenes y laboratorios, sobre todo en la compra de genéricos, ya que estos datos influyen en nuestro margen de beneficio y en la posición negociadora frente a la Administración. Es preciso adoptar una actitud trasparente respecto a este punto.

Sería muy interesante ampliar los datos del estudio de SEFAC sobre otros países de nuestro entorno, principalmente Francia, Alemania y Reino Unido, con respecto al número de unidades dispensadas, dispensación de monodosis y precio medio de los fármacos dispensados, ya que esto permitiría una comparativa entre las ganancias netas de las oficinas de farmacia entre países. También nos permitiría responder a la pregunta de si la desmedicalizacion de nuestra sociedad es posible, como postula la Agència Valenciana de la Salut.

Distribución

Valorar en términos económicos el coste de tener 4 servicios diarios de reparto de medicinas, en lo que supone en incremento de la calidad asistencial del paciente.

Almacenamiento

Valorar la distribución geográfica de las oficinas de farmacia, y con ello los microalmacenes controlados por farmacéuticos que existen de medicamentos y productos sanitarios en toda nuestra geografía.

Es preciso negociar el sistema logístico actual. Hay ejemplos de fracasos de este tipo de medidas: en la Diputación de Castellón la mensajería contratada paralela a Correos tiene una calidad tan baja que enlentece el servicio de recaudación y aumenta el número de reclamaciones. ¿Pasará lo mismo con los pañales y otros repartos a domicilio?

Central de compras y subastas

La Administración afronta numerosos riesgos en este punto, uno es la calidad de lo que compra; tenemos ejemplos claros en los productos sanitarios de baja calidad, guantes y otros, que han de utilizarse dos en vez de uno para proteger efectivamente. ¿Pasará lo mismo con los genéricos de las centrales de compras?, ¿tendrá el enfermo que tomar dos fármacos en vez de uno para conseguir la misma acción de bajar el colesterol, por ejemplo?

Otro riesgo es decidir si el medicamento comprado es realmente el más eficiente en cuanto a calidad/precio, ya que esta relación varía en el tiempo. Con los avances tecnológicos actuales en diagnóstico, prevención y tratamiento, la compra de grandes cantidades de medicación es un riesgo, ya que puede quedar obsoleta. Ya pasó con la vacuna de la gripe A.

La oficina de farmacia amortigua estos dos riesgos, porque las compras son pequeñas y personalizadas al cliente.

Pero aún se puede hacer más.

Optimización de la farmacoterapia

El Decreto del Consell Valenciano 2/2013, en su Capítulo 1, Artículo 3. Procedimientos especiales de instauración, seguimiento y revisión de la farmacoterapia, nos dice: «La Agència Valenciana de Salut, en coordinación con los Departamentos de Salud, establecerá los programas asistenciales corporativos de carácter básico de conciliación y revisión de la farmacoterapia, en particular, en aquellos tratamientos que requieran especial atención y cautela en su prescripción y dispensación. Los programas de revisión de la farmacoterapia se complementarán con actuaciones en materia de seguimientos de pacientes crónicos y polimedicados. A los efectos de facilitar el análisis e impacto en términos de resultados en salud alcanzados por el conjunto de regímenes farmacológicos instaurados a los ciudadanos, la Agència Valenciana de Salut impulsará la gestión clínica a través de los programas de clasificación de pacientes por su morbilidad y la comparación de la efectividad y eficiencia farmacológica en cada grupo de pacientes con un riesgo clínico similar».

La conciliación de la medicación, que consiste en procedimientos sencillos de control del cumplimiento de dosis y posología, valorando en conjunto el tratamiento del enfermo en sus diversas procedencias –medicina hospitalaria, primaria, privada o tratamientos alternativos–, y el siguiente paso, la revisión de la farmacoterapia, deben ser puntos de encuentro con la Administración.

Los farmacéuticos, por nuestra posición en la entrega final del medicamento al paciente, podemos acceder de una forma más fácil a un conocimiento general sobre como toma el paciente sus medicinas. Nuestra actuación debería ser complementaria con el facultativo, potenciándose la interacción telemática entre el médico y la oficina dispensadora.

La optimización del tratamiento del enfermo debería suponer beneficios para el enfermo, para la Administración y para nuestro colectivo profesional. Al igual que los algoritmos de prescripción, son procedimientos sencillos que se debían estudiar en comisiones mixtas, donde interviniesen la Administración, los profesionales y las universidades.

Y de la misma forma que en el decreto se establecen incentivos para los médicos que cumplan los algoritmos de prescripción, debería haber incentivos para las oficinas de farmacia que llevasen cabo procedimientos de conciliación que permitiesen aumentar la eficacia.

En mi opinión, esto es el futuro de la profesión.

En una sociedad abierta, sensata, unida en tiempos de crisis, todos deberíamos actuar con transparencia y trabajar por el bien común. ¿No os parece?

Creo que con este Decreto tenemos una oportunidad todas las partes, no una amenaza como algunos interpretan.

Ninguna empresa puede sustituir hoy por hoy a las farmacias como garantes de la dispensación de los medicamentos. Debemos renegociar nuestros acuerdos. Ser sensatos y honestos en la negociación. Ser transparentes en declarar nuestros márgenes y negociar acuerdos de servicios logísticos más ajustados que los actuales. Defender una remuneración por dispensación y ofertar servicios de optimización de la farmacoterapia entra dentro de lo que considero el futuro de nuestra profesión comprometida por el bien común de nuestra sociedad cambiante, que requiere nuevas perspectivas para la profesión farmacéutica.

Nota de la autora:
Le agradezco sus clases de optimización de farmacoterapia en Sevilla al doctor Manuel Machuca; gracias a él definí mi perspectiva asistencial
y profesional.

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