Los apósitos constituyen el material de elección para el tratamiento de las lesiones cutáneas, y se definen como «producto sanitario empleado para cubrir y proteger una herida». Tradicionalmente, en su fabricación se han utilizado tejidos naturales, y la aparición de los polímeros sintéticos supone un avance muy importante que ha permitido la obtención de apósitos semioclusivos y el cuidado de las heridas en ambientes húmedos. Posteriormente, al constatar la influencia del exudado en la cicatrización y la importancia de su control, surgieron los denominados «apósitos inteligentes», constituidos por una doble membrana de poliuretano. Estos apósitos responden de forma automática al nivel de exudado con un ajuste del vapor de agua, y mantienen un microclima húmedo adecuado, de forma constante, en la zona de la herida.