Este año de 2019 se conmemora el 50 aniversario de Cacereño, de Raúl Guerra Garrido, una novela que aborda el fenómeno de la inmigración a Euskadi desde las regiones españolas más empobrecidas y que encuentra el rechazo para todos los que llegan de fuera.
Demolición (Madrid: Alianza Editorial, 2018) es el título de la última novela de quien durante muchos años honrara esta misma página de El Farmacéutico, Raúl Guerra Garrido. En esta ocasión se trata de un largo discurso no ideologizado ni radicalizado, pero que se hace preguntas y se compromete con los hechos reales.
Con motivo del cincuentenario de la novela Cacereño, Raúl Guerra Garrido fue objeto de un homenaje en el palacio de Diputación de Guipúzcoa en el transcurso del cual la ministra de Educación, Isabel Celaá, le entregó la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio.
Selección de las últimas novedades literarias.
Selección de las últimas novedades literarias.
De esa larga y falaz fiesta de despedida que casi comienza en cuanto se acaba el verano, de su impostura siempre me han fascinado dos días, el de Difuntos y el de Inocentes, por parecerme magníficos puntos de reflexión sobre el porqué de la nada. Nacimos con el pan de la nada bajo el brazo. El Día de Difuntos, no el del mercantil jalogüin, claro más bien el de los Muertos a lo mexicano o al primer Magosto con castañas del Bierzo, mejor si se interioriza de forma individual y con música de fondo.
En este número Raúl Guerra Garrido pone el punto final a su colaboración en El Farmacéutico y publica su última «Tertulia de rebotica». Han sido 33 años en los que ha escrito sobre innumerables temas, teniendo siempre como punto de partida la cultura y la farmacia. Conversamos con él sobre su vida, la literatura y la farmacia.
«Éstos son milagros y no los de Lourdes», anota en mi nostalgia la pulcra caligrafía de mi abuelo don José Garrido, boticario de Cacabelos, en su curioso diario intitulado Personalia; lo hace antes de enumerar los disparatados servicios que componen la siguiente minuciosa y santa factura:
Reina sobre el concreto, reina sobre los carros, reina sobre los árboles, reina sobre y contra la window en que me veo, pero de forma muy especial está reinando sobre la angustia de mi corazón.
En una noche de soledad, rodeado de entrañables fantasmas y amigos idos, vuelvo a relativizar el dilema de mi existencialismo juvenil: viene el hombre de la nada, o por el contrario el hombre es el ser a través del cual la nada entró en el mundo. Desde el pueblo, mi prima Meri me informa de que nuestro primo Lolo acaba de fallecer, y añade: «Ya no quedan hijos de don Bernardino, ahora nos toca a sus nietos».