El próximo año 2015 traerá bajo el brazo una amplia reforma impositiva de carácter global. Como suele ocurrir en los últimos tiempos, cuando se avecina un acontecimiento de este tipo se delega en una comisión de expertos un informe previo de los efectos y consecuencias de una serie de modificaciones en el sistema tributario.
Inexorable resulta la cita anual del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (en adelante, IRPF) para la oficina de farmacia.
El año 2013, recordemos, es el segundo año de subida «temporal» de la imposición directa. Como conoce bien el lector, 2014 será lamentablemente el «tercer año», ya que la elevación impositiva prevista inicialmente para 2012 y 2013 se amplió para el año en curso. Quedamos a la espera de que la anunciada reforma fiscal de 2015 nos ofrezca un horizonte impositivo más esperanzador en el futuro ejercicio.
Como ya venimos reflejando en estas líneas, la administración tributaria continúa con su ardua tarea de revisar las obligaciones tributarias de las pymes (entre ellas, por supuesto, las oficinas de farmacia). Durante los últimos meses, en nuestro sector de trabajo tanto los requerimientos de información sobre las operaciones comerciales con algún proveedor (solicitud de facturas, medios de pago...) como la revisión de algunas devoluciones de renta en unidades familiares en las cuales se optimiza la devolución mediante el fondo de comercio, etcétera, etcétera, protagonizan las notificaciones tributarias de nuestros clientes.
El acné es una de las enfermedades de la piel más comunes y con más alta prevalencia. Se estima que más del 80% de los adolescentes y jóvenes que sufren acné realizan algún tipo de consulta en la farmacia y que eso supone el 24% de las consultas recibidas por problemas de piel.
Tendemos a pensar que cualquier incentivo relacionado con la contratación de personal en la farmacia tiene un reflejo único en las cuotas que el titular de la farmacia paga a la Seguridad Social. Describiremos a continuación los efectos beneficiosos que tienen estas situaciones en su vertiente impositiva.
La llegada del cuarto trimestre de cada año trae consigo la inestimable tarea de «anticipar por donde irán los impuestos» en los próximos meses de mayo y junio de 2014.