La Junta de Extremadura redactará y pondrá en marcha un Plan de Eficiencia Farmacéutica

El año pasado el Servicio Extremeño de Salud tenía una deuda acumulada de 450 millones de euros. Además, cerró el ejercicio con un tiempo medio de pago a proveedores de más de 120 días, y según la patronal del sector dicho plazo está en los 320 días. El mayor del país. Asimismo, en el primer trimestre de 2016, el gasto hospitalario fue de 34,5 millones, un 10% más que 12 meses antes.

En este capítulo, la farmacia hospitalaria es la que más se ha desviado en cuanto a deuda. Tampoco hay que olvidar que los tratamientos de la hepatitis C computaron como déficit. Éstos son argumentos más que suficientes para que el Gobierno autonómico se haya propuesto redactar y aplicar un Plan de Eficiencia Farmacéutica.

El consejero de Salud, José María Vergeles, entiende que «con este plan se busca la sostenibilidad y habrá que contar con una mayor implicación de los profesionales, un control individualizado de los medicamentos, la optimización de la compra de productos farmacéuticos y un nuevo modelo de concierto con las farmacias de la comunidad». A este plan hay que sumar otras actuaciones de la Junta para atajar estos incrementos. Así, por ejemplo, el presupuesto del SES ha subido este año un 12,7% para contar con partidas suficientes y afrontar con garantías las necesidades de las áreas de salud y los entes adscritos.

Otros mecanismos
La idea esencial que defiende el consejero Vergeles es que la sanidad regional y estatal está infrafinanciada, con un 5,5% del PIB, cuando al menos requeriría un 6%. De ahí, el déficit que acarrea. Un debate que debería ponerse sobre la mesa cuando se negocie el próximo sistema de financiación autonómica. Mientras tanto, Extremadura también propondrá a Andalucía y a otras comunidades compras centralizadas para lograr mejores precios. Por otra parte, también se planteará a Farmaindustria el riesgo compartido a la hora de incorporar nuevos medicamentos al sistema sanitario.

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