Negligencia, apatía o falta de interés, razones para el retraso en la aplicación del RDL 9/2011

«(…) la tardanza en poner en marcha (el RDL 9/2011) sólo puede entrar en el terreno de la negligencia, la apatía o la falta de interés». Esta es una de las conclusiones del estudio «RDL 9/2011. La vía que permitiría equilibrar el Modelo español de farmacia. Estudio sobre el Impacto de su aplicación en la Oficina de Farmacia», que presenta hoy la Sociedad Española de Farmacia Rural (SEFAR) y del que es autor su presidente, Francisco Javier Guerrero.

El RDL 09/2011 constituye, según se explica en el estudio, un punto de inflexión en el modelo español de farmacia al identificar, seleccionar y reconocer a un tipo de oficina de farmacia en situación de precariedad, y al establecer, por primera vez, una forma diferente de retribuirlas mediante el incremento de sus márgenes. La realidad, no obstante, es que se está produciendo una notable tardanza en su desarrollo por parte de las diferentes comunidades autónomas.
Más concretamente, se explica en el estudio que «pese a su excepcionalidad y urgencia, el desarrollo y su correspondiente aplicación ha presentado tal tardanza que, a día de hoy, aún hay CCAA donde no se cobra mensualmente o existen cantidades pendientes correspondientes a la inaplicación del procedimiento desde la fecha reseñada en el RDL, el 01 de enero de 2012». Y se apuntan, como causas para la tardanza, «la visión de esta medida por las CCAA como un incremento de gasto adicional en un contexto de recortes presupuestarios, impuesto además a nivel del ejecutivo central, la calificación de estos incrementos de márgenes como ayudas, y la falta de interés del propio Ministerio de Sanidad o de órganos de representación de la profesión que, o no han reclamado su ejecución o no han obtenido éxito en la misma».
Se añade a ello que «a la vista de los números, el incremento de gasto producido por esta medida no parece ser un eximente ante el reiterado incumplimiento legal en tiempo y forma, ya que, si bien es cierto que en 2014 abonaron 2.939.419,12 euros, también lo es que esta cantidad supone el 0,03% del conjunto del Gasto Farmacéutico Total, por lo que no se presupone un quebranto irreparable para las cuentas públicas», a lo que el autor añade que la tardanza en ponerla en marcha «sólo puede entrar en el terreno de la negligencia, la apatía o la falta de interés».
Otro dato aportado por el estudio es que «las 820 oficinas de farmacia calificadas como VEC percibieron de media en 2014: 3.584,66 euros/año, o lo que es lo mismo, 298,72 euros/mes», cantidad que, pese a constituir un apoyo, el estudio considera «exigua e insuficiente, no contribuyendo a garantizar su viabilidad económica, corregir un balance económico desfavorable (recordemos que han de afrontar unos gastos fijos medios mensuales de 1.230,89 euros/mes), o equilibrar la desigualdad existente en el Modelo de oficinas de farmacia vigente».
A este respecto, cabe recordar que el pasado mes de noviembre la SEFAR ya presentó el trabajo «Análisis sobre los gastos fijos de una oficina de farmacia», en el que en otras cosas se concluía que el gasto de una farmacia VEC y una NO VEC es similar, pero que «los ingresos de una VEC media sólo ascienden al 11,42% de una farmacia media española».
El estudio ahora presentado es de libre acceso y descarga desde su correspondiente apartado en la web de la SEFAR: http://www.sefar.org.es/sobre-sefar/estudios

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