Desde julio, la entrada en vigor del nuevo sistema de copago y la salida de más de 400 medicamentos de la lista que financia el Sistema Nacional de Salud han deteriorado la situación de las 680 farmacias de la región. Cecilio Venegas considera que del verano a esta parte el sector ha dejado de ingresar un 20%. Por lo tanto, si en la actualidad 35 oficinas de farmacia necesitan subvención para llegar a un salario mínimo de 850 euros, en 2013 ese número se duplicará hasta las 70. Casi todas en el ámbito rural. Venegas teme que «a raíz de las reiteradas bajadas de precios, el descenso de facturación y otros factores como la desfinanciación, los topes, etcétera, no se alcancen unos ingresos suficientes para que el profesional pueda vivir». También se notaría en la prestación del servicio y en la cohesión social en pequeñas localidades.
Echar cuentas
Este año perciben subvención 35 boticas extremeñas, 30 en la provincia de Cáceres y 5 en la de Badajoz. La ayuda es de unos 300 euros al mes hasta alcanzar esos 850 euros como salario mínimo. Si bien, el copago y la desfinanciación de medicinas han propiciado un ahorro de más del 30% al SES en la factura farmacéutica desde julio, también ha causado «que se hayan destruido 300 empleos, o que se haya reducido de una jornada completa a otra parcial», apostillaba Cecilio Venegas. Por lo tanto, en los próximos meses habrá que hacer cuentas para ver todas las consecuencias.
