Cierre y concurso de acreedores
El copago de las medicinas para los pensionistas y el incremento del dinero que abonan las personas en activo junto con otra serie de medidas gubernamentales han ido recortado el margen de beneficio de las farmacias. Ya hay una que ha anunciado el cierre al no poder asumir el volumen de deudas. Se trata de la ubicada en el municipio de Atajate (apenas 300 habitantes). La farmacéutica va a solicitar a la Delegación Provincial de Salud el cierre del establecimiento al haber llegado a una «situación insostenible» que le impide hacer frente al pago de los proveedores y de las entidades financieras.
Mientras esa botica sale a concurso público y es adjudicada, las farmacias de los pueblos más cercanos se encargarán de la dispensación de medicamentos a los vecinos de Atajate. Para ello, se montará una especie de botiquín, que estará abierto en las horas de funcionamiento del consultorio médico de la pequeña localidad de la comarca de la Serranía de Ronda.
Según Javier Tudela «esta situación era impensable hace unos años. Estamos cada vez peor. Además del cierre de la botica de Atajate, hay otra media docena que están en concurso de acreedores. No pueden más». Además, casi 70 boticas han solicitado aplazamiento de pagos a los proveedores. «Todas las farmacias tienen que llegar a un mínimo de ventas para cubrir gastos. Una vez alcanzado ese objetivo, hay que lograr otros ingresos para poder vivir. Estamos sufriendo un descenso muy importante de las dispensaciones, lo que conduce a un panorama muy negro», subrayó el presidente del Colegio.
Destrucción de empleo
Esta reducción de los ingresos es la causante de la destrucción de casi 300 puestos de trabajo en la provincia de Málaga, entre auxiliares de farmacia y farmacéuticos titulados, en poco más de un año. En unos casos ha habido despidos, en otros la no cobertura de sustituciones en verano y en el resto la no renovación de contratos.
En cuanto al abono de las recetas por parte del SAS, el presidente de los farmacéuticos malagueños dijo que están cobrando sin problemas en un plazo de mes y medio aproximadamente. «El SAS está cumpliendo religiosamente en sus pagos. Lo hace a mes vencido. Reconocemos el esfuerzo que lleva a cabo para abonarnos las facturas», aseguró Javier Tudela.