«No hay un solo campo en el que los aceites esenciales no puedan intervenir»

Farmacéutico, aromatólogo, escritor internacionalmente reconocido, así como un destacado investigador en su campo, Dominique Baudoux es uno de los mejores especialistas mundiales en temas de extractos fitoaromáticos y de sus aplicaciones en campos tan variados como pueden ser la cosmética, la farmacia, la salud, o la veterinaria, entre otras. Estudió farmacología y ejerció como farmacéutico durante diez años, antes de abocarse en el campo de la aromaterapia científica. Dirige y es el impulsor del Collège International d'Aromathérapie, que forma y difunde la aromaterapia científica desde hace 15 años. Desde hace más de 20 años también dirige el Laboratorio Pranarôm.

¿Qué es la aromaterapia científica? ¿Cuáles son sus fundamentos?

Quién no ha oído hablar del bálsamo del tigre, de la pomada Vicks, de los supositorios Eucalyptine y muchos más. Todos estos antiguos medicamentos tenían como principios activos aceites esenciales cuya complejidad molecular ha desanimado a más de uno en su afán por comprender sus mecanismos de acción. Hoy, sin embargo, la tecnología nos permite identificar y cuantificar estos activos aromáticos; la I+D nos posibilita probar científicamente sus actividades moleculares, actividades que antiguamente solo se conocían de manera empírica. Si la Fitoterapia siempre ha sido reconocida y ha dado lugar a bastantes medicamentos, por qué no la Aromaterapia, que es una rama de la fitoterapia, la que trabaja exclusivamente los extractos líquidos (aceites esenciales) de las plantas aromáticas. No hemos inventado nada, simplemente hemos aportado un conocimiento adicional que permite a estas esencias recobrar su lugar en el arsenal terapéutico natural, ya que, en la naturaleza, NADA es más potente que los aceites esenciales de las plantas aromáticas. Sus fundamentos están simplemente relacionados con la bioquímica aromática conocida y la farmacología ligada a estos extractos.

 

En las comunidades científica y médica parece haber cierta controversia sobre la validez del mecanismo de acción de la aromaterapia. Sabemos, sin embargo, que la aromaterapia cuenta con el aval científico del Collège International d'Aromathérapie de Bélgica. ¿Qué nos puede comentar al respecto?

Es mejor que nos olvidemos de quienes buscan la controversia y que nos concentremos en aquellos que ven la aromaterapia con una mirada cartesiana y científica: el número de publicaciones científicas sobre aromaterapia aparecidas en todo el mundo es impresionante, los estudios sobre aromaterapia validan sus actividades moleculares múltiples, las facultades universitarias han reintegrado este conocimiento ancestral y ya no es posible imaginar que un farmacéutico pueda salir con su título sin un conocimiento exhaustivo en este campo. Sólo nos faltan estudios clínicos en número suficiente para satisfacer a algunos espíritus perfeccionistas. A nivel científico comenzamos hace solo 20 años, pero vamos en esta dirección. El porvenir es prometedor y la gente pide cada día más aromaterapia.

 

¿Cuáles son las principales aplicaciones clínicas de la aromaterapia?

La lucha antiinfecciosa (antiviral, antiparasitaria, antibacteriana, antifúngica), los protocolos antiinflamatorios, las aplicaciones circulatorias, las acciones digestivas de amplio espectro, los impresionantes resultados antidolor... En resumen, no hay un solo campo en el que los aceites esenciales no puedan intervenir, ya sea como un complemento de sanación o como una alternativa completa de por si.

 

Como ocurre con los medicamentos, ¿la aromaterapia puede tener efectos secundarios?

Como usted ha sugerido, el cien por cien de los medicamentos sintéticos tiene efectos secundarios, pero la aromaterapia es muchísimo menos invasiva. Por supuesto, hay riesgos conocidos y se han de tomar precauciones en su uso, porque no existen sustancias activas que no estén asociadas a un cierto riesgo (toxicidad o efecto secundario), pero con los medicamentos naturales como los aceites esenciales estos efectos segundarios son mucho menos importantes y muchísimo menos perversos.

 

¿Qué diferencia la aromaterapia de otras terapias? ¿Cuál es su principal aportación?

Su concentración y toda la complejidad molecular que ofrece al paciente una acción inmediata y particularmente eficaz. El resultado se produce sin demora y seduce a la mayoría de prescriptores y consumidores. Esto la diferencia de modo particularmente importante de las demás terapias alternativas. La aromaterapia es una alopatía como la que practica el médico de familia, con la diferencia de que ésta es sintética y la aromaterapia es natural y, por tanto, menos perturbadora de los equilibrios vivos. Al hacer su elección el paciente se decanta por el activo que le va mejor; aquel que le cura sin perturbarle.

 

¿Cuál es la situación de la aromaterapia en Europa? ¿Y en España?

Bélgica, Francia, Suiza, Canadá, Italia, Alemania... los actores históricos de la aromaterapia han abierto el camino y otros grandes nombres de la farmacología clásica se unen a la corriente: Omega Pharma, Fabre...

España también va a seguir este camino, ya que la cultura tradicional de los países del Sur siempre ha acogido bien las alternativas naturales para la curación. Aquí la asignatura pendiente es la falta de información sobre la función terapéutica de los aceites. Este es un vacío que vamos llenando poco a poco con los cursos presenciales en colegios de farmacéuticos, Universidades... y ahora con un curso online de primer nivel. Conseguiremos un renacimiento de la aromaterapia mediante la innovación y el conocimiento.

 

¿Por qué un curso de aromaterapia científica para farmacéuticos?

En el siglo XV el farmacéutico se llamaba también «aromatherii». El farmacéutico es un químico... especializado en una rama, la de las moléculas que curan. El farmacéutico es el maestro de la dosis y del conocimiento de las moléculas activas, mientras que el médico es el especialista de la enfermedad. Cada uno tiene su parcela, y los aceites esenciales están dirigidos, prioritariamente, hacia los farmacéuticos, que son los primeros prescriptores para un paciente que quiere automedicarse.

Con los aceites esenciales, el farmacéutico puede recuperar su vocación y regresar a sus orígenes como «actor del arte de curar» y no como ocurre últimamente, que ocupa su tiempo como boticario a la lectura de los códigos de barras.

Eficacia, reducida toxicidad, respaldo público, reconocimiento profesional y competitividad... son palabras con las que definir la aromaterapia, que, además, está resultando más barata que los medicamentos sintéticos, que cada vez están menos cubiertos por la Seguridad Social.

Más información sobre el Curso online de Aromaterapia Científica en: www.aulamayo.com

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