Desde el inicio de la pandemia, la Organización Farmacéutica Colegial puso en marcha en coordinación con las autoridades sanitarias medidas excepcionales para que todos los ciudadanos tuviesen acceso permanente a su medicación.
La entrega de medicamentos a domicilio a los pacientes más frágiles y vulnerables ha sido una prioridad de la profesión farmacéutica para evitar desplazamientos de pacientes dependientes, en cuarentena, inmunodeprimidos, crónicos complejos con enfermedades respiratorias, diabéticos, con enfermedades cardiovasculares, etc.
Con esta iniciativa se ha asegurado en todo momento la continuidad de los tratamientos para que los ciudadanos tengan acceso permanente a su medicación, sin tener que acceder a la farmacia, evitando así desplazamientos y riesgo de contagio de la población más vulnerable.
Para llegar a donde los farmacéuticos no pudiesen, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos suscribió acuerdos con Cruz Roja y Cáritas para que la red de voluntariado de ambas organizaciones pudiese colaborar con las farmacias en la entrega domiciliaria de medicamentos –con y sin receta médica–, productos sanitarios y productos de salud.
Los acuerdos contienen un procedimiento de entrega de medicamentos en los domicilios de personas en circunstancias concretas, con la directa intervención y supervisión profesional del farmacéutico comunitario, en el caso de no poderse desplazar personalmente a realizar la entrega.
A través de estos acuerdos se ha puesto a disposición de la población una red de más de 100.000 personas voluntarias cuando las farmacias comunitarias han carecido de recursos materiales para realizar este tipo de dispensación, contribuyendo de esta forma a solucionar la emergencia de los ciudadanos en el periodo de expansión de la pandemia.
El acto, celebrado en Madrid, ha estado presidido por el Ministro de Sanidad, Salvador Illa.