
El Farmacéutico
Artículos de la revistaNúmero 456 - 15 junio 2011

Criterios economicistas «versus» criterios sanitarios
Vicente J. Baixauli Fernández
Farmacéutico comunitario
Hasta hace poco, la prestación farmacéutica del Sistema Nacional de Salud de los pacientes no hospitalizados era llevada a cabo fundamentalmente por las oficinas de farmacia, salvo en el caso de la dispensación de los medicamentos de uso hospitalario, que se realizaba a través de los servicios de farmacia hospitalarios.
El Real Decreto-Ley 5/2000 y los sucesivos decretos han permitido que la aplicación de esta normativa supusiera una pérdida económica real para el farmacéutico cuando se dispensaba algún medicamento de precio elevado. Este hecho causó la emisión en 2003 de un informe por el Defensor del Pueblo y motivó y ha seguido motivando que durante algunos años algunas farmacias optaran por no dispensar estos medicamentos de precio elevado debido al gasto económico que ello les suponía, ya que el farmacéutico tenía que poner dinero de su bolsillo para dispensarlo. Lejos de corregir totalmente los efectos distorsionantes creados en la práctica por dichos decretos y que diese como resultado que los ciudadanos recibieran un mejor servicio sin que tuviera que ser necesariamente a cargo de los farmacéuticos, la Administración sanitaria ha optado por el camino contrario, impedir la dispensación de dichos medicamentos y derivarla a los hospitales. Amparándose en aparentes necesidades sanitarias, ha modificado la legislación creando la cobertura legal necesaria a la decisión recientemente tomada por algunas administraciones sanitarias autonómicas de dispensar medicamentos de diagnóstico hospitalario (DH) a pacientes ambulatorios en los servicios de farmacia de hospital. Esta medida es un claro ejemplo de la prevalencia en la Administración de criterios economicistas sobre criterios sanitarios y asistenciales.
Los medicamentos que hasta hace poco necesitaban de un visado o control administrativo, ahora, y dependiendo de la comunidad autónoma, son calificados de «prescripción médica restringida» o «sujetos a reservas singulares, por cuestiones de seguridad o de limitación para determinados grupos de población de riesgo». ¿Por qué?, ¿dónde están las razones sanitarias para este cambio?, ¿dónde están las «cuestiones de seguridad» que apoyan esta medida?, ¿o depende de lo que valgan?... Para el paciente, cliente y pagador del sistema sanitario, ¿dónde está el beneficio? Ahora le será más difícil por horario y proximidad acceder a estos medicamentos, en especial a la población alejada de los centros hospitalarios, situación que quizá repercuta en la adherencia al tratamiento.
Además se está escamoteando el debate sobre el coste que suponen estas medidas. ¿Cuánto vale almacenarlos, conservarlos y dispensarlos en los hospitales?, ¿a cuántos días paga la Administración a los laboratorios suministradores?...
El mantenimiento de los medicamentos de DH en la farmacia comunitaria debería pasar por la racionalización del coste logístico (adquisición, custodia y almacenamiento) y asistencial (dispensación) que permita asegurar su uso racional. En este sentido, sería necesaria la protocolización específica de su dispensación, de forma que se permita demostrar la intervención del farmacéutico comunitario en la asistencia a estos pacientes. La retribución de estos medicamentos podría servir de piloto de un sistema de retribución mixto (coste logístico + coste dispensación). Esta decisión es una nueva medida economicista que empobrece, otra vez más, el ámbito de la atención primaria y de la farmacia comunitaria, en un marco de falta de recursos para hacer sostenible la prestación sanitaria. Al menos con esta medida el paciente podrá valorar lo que tenía o todavía tiene.
Una consulta externa más de facultativo especialista de área
Miguel Ángel Calleja Hernández
Jefe de Servicio de Farmacia. Hospital Universitario Virgen de las Nieves. Granada
Desde hace muchos años los servicios de farmacia de los hospitales realizan labores de atención farmacéutica con pacientes no ingresados en tratamiento con medicamentos de uso hospitalario o bien que utilizan medicamentos fuera de indicación (compasivo y off label). Esta larga trayectoria ha permitido una orientación de los farmacéuticos de hospital también al paciente no ingresado y por tanto no agudo.
En la actualidad, en muchos de los hospitales esta atención es considerada como una consulta externa más de facultativo especialista de área, muy valorada por los médicos especialistas y por los propios pacientes, que permite realizar seguimiento farmacoterapéutico a pacientes especiales en tratamiento con medicamentos de uso hospitalario como VIH, hemofílicos, insuficiencia renal crónica e hipertensión pulmonar, entre otros. Esta atención, en muchos casos, tiene constancia en los sistemas informáticos de los hospitales, mediante la cita, registro de actividad e informe de recomendaciones para el paciente que se lleva tras cada visita.
Desde hace unos años, en algunas comunidades autónomas se ha extendido esta actividad a algunos medicamentos que, no siendo de uso hospitalario, son de grupos terapéuticos que hacen recomendable que el seguimiento se realice desde el prisma hospitalario, como es el caso de los fármacos oncológicos orales; en este caso los pacientes son tratados, en muchos casos, con medicación intravenosa de administración en hospital de día y medicación oral, de forma que el seguimiento podría realizarse con más información para el farmacéutico desde el ámbito hospitalario. Son pacientes, en su mayoría, que acuden al ámbito hospitalario con una frecuencia muy alta (pacientes atendidas para facilitar la fertilidad que acuden algunos meses hasta 11 veces a su especialista para un seguimiento estrecho de los niveles hormonales, por ejemplo), lo que hace que la asistencia al hospital sea muy habitual.
Estos pacientes ya estaban en seguimiento correcto, riguroso y continuado por los compañeros de farmacia comunitaria, desde el hospital se tiene un mayor acceso a historia clínica, una mayor cercanía con el prescriptor especialista y el planteamiento de una consulta externa especializada.
En algunos casos el coste de estos medicamentos es ciertamente muy alto (3.000-10.000 €/mes) sin que esto tuviera una repercusión económica en beneficio proporcional y lineal para la oficina de farmacia, lo que, en algunos casos, podía originar una situación de riesgo para el stock de algunas oficinas de farmacia y posible retraso en el comienzo de algunos tratamientos, por supuesto sin riesgo para la salud del paciente.
Hemos trabajado mucho desde los hospitales para mejorar la accesibilidad a los pacientes mediante la ampliación de horario, atención en el mismo día que es atendido por su especialista, pero es cierto que nunca podremos conseguir la misma accesibilidad que el sistema de oficinas de farmacia que tenemos en España con atención desde las zonas rurales más alejadas y los núcleos menos poblados hasta el centro de las ciudades.
No obstante, estos pacientes están, a su vez, en tratamiento con otros medicamentos que siguen dispensándoles en sus oficinas de farmacia, lo que hace necesario que nos coordinemos entre ambos tipos de farmacéuticos para hacer un seguimiento mejor cada día.
Las primeras referencias del síndrome metabólico (SM) datan de la década de 1920; sin embargo, su término no fue acuñado hasta finales de la década de 1970 para definir la concurrencia, en un mismo individuo, de distintas situaciones clínicas y factores de riesgo directamente relacionados con la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, entre otros; si bien, no fue formalmente propuesto y unificado hasta 1999 por un grupo consultor de la OMS. El síndrome metabólico –también denominado Síndrome X, de Reaven, de insulinorresistencia, síndrome plurimetabólico o CHAOS– se define como la conjunción de varias enfermedades o factores de riesgo en un mismo individuo que aumentan la probabilidad de padecer una enfermedad cardiovascular o diabetes mellitus.
Es la inflamación de la mucosa del estómago. Puede ser una inflamación de tipo agudo, de aparición rápida y resolución en pocos días, o de tipo crónico, en cuyo caso puede persistir durante años y producir úlcera péptica.
El interés creciente de la población masculina por presentar una imagen personal cuidada –siguiendo el modelo estético que imponen los cánones de la sociedad actual– es el responsable de que este sector de la cosmética haya crecido en los últimos años a un ritmo acelerado, ofreciendo a sus clientes una amplia variedad de productos cosméticos (antiarrugas, antimanchas, hidratantes, reafirmantes, regeneradores, seborreguladores, antibolsas, antiojeras y reductores, entre otros), que se suman a los más tradicionales, como son los productos para la higiene personal, para el afeitado y contra la caída del cabello. Y es que a ellos también les gusta presumir de piel y de cabello.
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Compositor: Charles Gounod (1818-1893). Intérpretes: Gheorghiu, Alagna, Terfel, Keenlyside, Koch, Jones, Rose. Orchestra of the Royal Opera House. Director: Antonio Pappano. 2 DVD EMI, ref. 50999 6 31611 9 9
Cada nueva producción de la ópera de Gounod es todo un reto por ser uno de los títulos con mayor presencia en los teatros líricos de todo el mundo. Esta grabación de la discográfica EMI, correspondiente a una función del 19 de junio de 2004 en el Covent Garden, se sitúa, sin lugar a dudas, en un primerísimo lugar por su valor artístico global. Antonio Pappano demuestra un conocimiento profundo de Gounod y su ópera Faust, lo cual se traduce en un control preciso de los tiempos y una dirección de voces modélica, tarea no siempre fácil cuando enfrente se tiene a cuatro primeras figuras de la lírica. La pareja Gheorghiu-Alagna, matrimonio en la vida real, entusiasman por el dominio, la calidad de sus voces, y la enorme dosis de pasión que transmiten en la escenificación de la pareja de amantes; su labor escénica y vocal en esta ópera es, hoy por hoy, imposible de igualar. Bryn Terfel pone en juego los matices más sutiles de su voz para caracterizar los aspectos más siniestros de un Mefistófele auténticamente diabólico; efectivo y brillante en su aria el barítono Simon Keenlyside. La producción es de gran impacto estético por la riqueza y detalle en decorados, vestuario y dirección escénica. Una velada a la que se debe asistir.
Compositor: Giovanni Paisiello. Intérpretes: Bracci, Colecchia, Salvo. Orchestra del Teatro Massimo Bellini di Catania. Director: Marco Zuccarini. Dirección escénica: Gianni Salvo. Decorados: Salvatore Tropea. Vestuario: Alessandra Gramaglia. 1 DVD FAB, ref. 602
La grabación de esta ópera, presentada en primicia absoluta, trata el mismo tema que Pergolesi utilizara para su ópera estrenada 48 años antes, hecho que marca las importantes diferencias que se encuentran entre ambas partituras. A lo largo de esta pequeña joya, que dura poco más de una hora, se evidencia la 'modernidad' de Paisiello que se aleja de los principios barrocos de su colega para entrar de lleno en el clasicismo; Paisiello es, sin duda, una figura clave en la renovación del melodrama italiano que luego Mozart consolidará tomando como punto de partida a Paisiello y en concreto esta ópera. Gabriella Colecchia y Tiziano Bracci, únicos cantantes de la obra, dan una lección de profesionalidad por su buena escuela y su interpretación escénica impecable; en especial la mezzo posee una voz magnífica y se luce en sus numerosas intervenciones sobre todo en la emotiva aria 'A Serpina Penserete' con un pathos que anuncia el belcanto. El decorado define el interior de una mansión señorial elaborado con una estética clásica muy detallista y la producción escénica es un auténtico deleite con detalles de gran espectáculo como la acción que se desarrolla durante el extenso Prólogo y la Sinfonía que sigue. Una grabación bien hecha que llena un hueco importante en la historia del arte lírico.
Mira Grant
Editorial Planeta (Minotauro)
Barcelona, 2011
«La verdad no puede silenciarse. Me llamo Georgia Mason y os lo suplico: luchad mientras estéis a tiempo.»
En el año 2004, el hombre había encontrado la cura para el cáncer y había erradicado la gripe común. Pero también creó algo nuevo, algo terrible e imparable. La infección se propagó rápidamente y el virus invadió cuerpos y mentes siguiendo una única e irrevocable orden: alimentarse.
Ahora, transcurridos veinte años desde el Levantamiento, Georgia y Shaun Mason van tras la noticia más importante de sus vidas: la oscura conspiración que se esconde detrás de los infectados. La verdad saldrá a la luz, aunque eso les cueste la vida.
Mira Grant lleva años advirtiendo a la población sobre el inevitable Apocalipsis zombie, y se siente aliviada de que, al fin, hayan empezado a tomarla en serio. Fan de las películas de terror y de las enfermedades mortales, vive en California, donde comparte una vieja granja con un grupo de gatos, armas raras y cómics. Cuando no se dedica a escribir, reparte su tiempo entre viajar, asistir a cursos de virología, y ver películas de terror. Ha publicado relatos en las antologías The Living Dead 2, Grants Pass, y The Edge of Propinquity.
Conozca mejor a la autora en su web miragrant.com, o sígala en Twitter @miragrant.
La ira de los justos
Manel Loureiro
Plaza & Janés Editores
Barcelona, 2011
Los supervivientes del Apocalipsis zombi tienen una oportunidad: han sido rescatados en medio del océano por uno de los últimos grupos organizados que quedan sobre la Tierra. Obligados a acompañar a sus salvadores, llegan hasta el golfo de México, un lugar que parece florecer bajo el mandato benevolente de un misterioso predicador. Pese a que en la ciudad todo el mundo actúa como si el Apocalipsis jamás se hubiera desatado, pronto descubren que algo siniestro se oculta bajo ese paraíso...
La ira de los justos es la tercera parte de la trilogía Apocalipsis Z, la revolución zombi que nació en Internet y que se ha convertido en un éxito literario. Con esta trilogía, Loureiro se ha consagrado como el maestro del terror zombi de nuestro país.
Los dos primeros libros de la serie Apocalipsis Z (El principio del fin y Los días oscuros) se han traducido a más de 10 idiomas y la productora Vaca Films (Celda 211) ha adquirido los derechos cinematográficos y de televisión de la trilogía.
Antonio Skármeta
Editorial Planeta
Barcelona, 2011
Nico ve cómo se llevan a su padre, el profesor, delante de toda la clase y recuerda que su misión principal es lograr que vuelva. Su enamorada, Patricia Bettini, le acompaña en su soledad y, con un acto imaginativo, lleno de humor, abren el camino a la libertad en un país cercado por la dictadura y el silencio.
Una novela de padres e hijos, maestros y discípulos que se las ingenian para devolver los colores y la música a una capital gris.
Con la prosa delicada de Antonio Skármeta y la voz de Nico, la novela es una bella historia real de ilusión y esperanza en tiempos difíciles. En definitiva, en Los días del Arcoíris, Antonio Skármeta reivindica el poder de la imaginación como catapulta a la libertad.
El aclamado autor de la novela El cartero (y Pablo Neruda) obtuvo con este libro el Premio Iberoamericano de Narrativa Planeta-Casa de América.
Michael Morpurgo
Editorial Noguer
Barcelona, 2011
Joey, un precioso caballo, es vendido a un granjero borracho cuyo hijo, Albert, traba amistad con el animal. Al estallar la Primera Guerra Mundial, el granjero, que necesita dinero para salvar la precaria situación de la granja, vende al caballo al ejército y así Joey, como los soldados que batallan, tendrá que aprender a lidiar con los horrores de la guerra: lidera una terrible carga de caballería hacia las líneas enemigas, que disparan con ametralladoras; es capturado por los alemanes; goza, por un tiempo, del cariñoso cuidado de Emile, una joven francesa; debe cargar con maquinaria de guerra pesada; vaga solo en tierra de nadie; su vida es amenazada por el tétanos...
Caballo de batalla fue publicada por primera vez en Inglaterra en 1982, y fue adaptada al teatro en 2005, gozando desde entonces de un éxito unánime de crítica y espectadores que le ha llevado a ganar prestigiosos premios. Pero la fama de este libro probablemente gane enteros a partir del próximo mes de enero, ya que ha dado origen a la nueva película de Steven Spielberg, que se estrenará ese mes.
Adam Soboczynski
Editorial Anagrama
Barcelona, 2011
A lo largo de treinta y tres historias ejemplares, Adam Soboczynski demuestra que el arte del fingimiento, que de¬sempeñaba un papel esencial en la vida cortesana, experimenta un nuevo auge en la era capitalista.
En esta vida, que define como un campo minado en el que el amor es el más bello de los engaños, no hay que ser auténtico, sino fingir para parecerlo. No en vano salpican el texto las citas de ilustres moralistas como Gracián, La Rochefoucauld o Baltasar de Castiglione.
Un tipo casado que liga en una fiesta, un empleado que se busca la ruina por responder impulsivamente a un correo electrónico, un escritor fracasado, una joven historiadora del arte que pasa un fin de semana en una isla remota, un peluquero que celebra entre amigos la inauguración de su nuevo negocio o una maquetista de una revista de moda con problemas con los hombres, son solo algunos de los personajes que ilustran un auténtico catálogo de situaciones que podríamos protagonizar cualquiera de nosotros. Hilarante, ameno y agudo, pero a la vez profundo, brillante y provocativo, corresponde al lector decidir si se toma este texto inclasificable como un retrato crítico de nuestra sociedad o como un peculiar manual de instrucciones para triunfar en ella.
O el hombre ante la naturaleza salvaje. O ante lo que pueda quedar de una naturaleza virgen. O ante esa naturaleza que compone un paisaje. Siempre me gustó decir que «el paisaje es un fenómeno cultural» por aquello que, como en la fotografía, supone una selección parcial y un punto de vista particular, y ahora me siento reconfortado al encontrar mi opinión, expuesta con docta voz, en el entretenido y profundo ensayo de Remo Bodei, Paisajes sublimes, traducido del italiano por María Condor y editado por Siruela. A los tres les cedo la palabra, más o menos.