Museo Alemán de la Farmacia. Historia de la profesión a lo largo de los siglos

A orillas del río Neckar se levanta Heidelberg, ciudad poseedora de uno de los mayores tesoros monumentales y del conocimiento de toda Alemania. Esta urbe perteneciente al estado federal de Baden-Wurtemberg es famosa por su cuidado centro histórico y por acoger la universidad más antigua del país, de gran prestigio académico. Pero es su castillo, situado en una estribación montañosa sobre el propio Neckar y justo en frente del puente viejo, otro de sus hitos arquitectónicos, el que capitaliza la atención de sus muchos visitantes. El que fuera «real aposento de los Electores del Palatinado» es hoy día una hermosa construcción renacentista de base medieval que ha sufrido innumerables avatares a lo largo de la historia, pero aún encierra buen número de sorpresas. Sin duda, uno de las más agradables para el viajero es el Deutsche Aphoteken Museum o Museo Alemán de la Farmacia.

Las dependencias del ala Otto Heinrich del castillo albergan la colección más impactante sobre la profesión farmacéutica de cuantas se pueden visitar hoy en el mundo occidental, con más de veinte mil piezas perfectamente conservadas. El museo, que se inauguró en su actual emplazamiento en 1957, tan solo cierra el día de Navidad y ofrece visitas guiadas en diferentes idiomas, incluido el castellano. Pero, sobre todo, ofrece un recorrido por la historia y el desarrollo de la ciencia farmacéutica desde la antigüedad hasta el siglo XXI bajo la tutela del Bundesvereinigung Deutscher Apothekerverbände, la poderosa Unión Federal de Asociaciones Alemanas de Farmacéuticos. Recorrer las salas del museo permite admirar antiguas oficinas de farmacia, muy poco comunes, y deleitarse con la cerámica consagrada a los Santos Cosme y Damián, mártires y patrones de la profesión. A diferencia de lo que acontece hoy día, hasta los siglos XVII y XVIII al cliente le estaba vedado el acceso a la officina, área de venta y producción. Se despachaba a través de una pequeña ventana exterior. Eso sí, al visitante no se le negaba la contemplación de la tienda, ricamente ornamentada con materiales nobles y muebles de gran valor.

Junto a piezas de gran valor histórico-artístico, el Deutsche Aphoteken Museum ofrece interesante información sobre los métodos curativos propios de las proto-boticas y hasta un laboratorio de alquimista se recrea en su interior. La parte central del museo es la colección de medicamentos hechos a base de minerales, animales y plantas.

Las materias primas y el desarrollo de la farmacia

El recorrido por los ancestros de la profesión abarca las primeras salas. Los inicios de la farmacia occidental como sujeto legalmente reconocido datan del siglo XIII. Las constituciones de Melfi, promulgadas en 1231 por Federico II, a la sazón heredero del Sacro Imperio Germánico, son consideradas como la primera legislación sistemática relativa a la farmacia. La exposición se adentra en los profesionales de la época y sus dispensarios en los países de habla alemana, el desarrollo de la legislación relativa a la farmacia, el papel de los monasterios en el desarrollo de esta ciencia, así como en la influencia de la observación de la naturaleza y de la alquimia en el conocimiento adquirido. Los intensos cambios causados por el rápido desarrollo de las ciencias naturales y la influencia de los científicos importantes en la farmacia, son otros aspectos reflejados en las salas de la muestra permanente.

Sin duda alguna, merece la pena destacar la sección dedicada a la producción de medicamentos a través de la historia. El largo recorrido propuesto nos introduce en las materias primas propias de la era recogida en De Materia Medica, primera farmacopea escrita al inicio de nuestra era por Dioscórides. Los ingredientes utilizados son catalogados en función de su pertenencia a cada uno de los tres reinos de la naturaleza: los minerales, las plantas y los animales.

Junto a momias humanas que, traídas de Egipto, todavía se emplearán en diversos procesos curativos a lo largo del siglo XVIII, podemos encontrar bezoar, cálculo intestinal del ganado caprino supuestamente eficaz contra los venenos, o el remedio universal llamado triaca, que estaba compuesto por más de 200 ingredientes, opio incluido. Asimismo, se describe la epopeya del transporte y comercio de unas sustancias procedentes, en la mayor parte de casos, de lugares lejanos y, a menudo, ignotos. Pero gracias al proceder de los ancestros de la profesión, bien representado en el museo por la sección «las formas de los medicamentos» y su depósito de maquinaria histórica artesanal, se ha evolucionado hasta la realidad actual.

Una vastísima colección

Pero el Deutsche Aphoteken Museum es más que todo eso. El visitante puede deleitarse con diferentes objetos y extraños emblemas que atestiguan que hace siglos no existía un símbolo uniforme de la farmacia, ya que la creación de una imagen de marca universal es propia del siglo XX. Era el propio farmacéutico medieval quien escogía un diseño para colocar en la fachada exterior de su botica. Normalmente se trataba de animales mitológicos, exóticos o con propiedades mágicas como el elefante, el unicornio, el león o el águila. No menos interesante es la colección de recipientes farmacéuticos. Desde vasijas para ungüentos del siglo XIII hasta morteros góticos del siglo XV, piezas de cerámica esmaltada persa o de loza alemana, española, holandesa e italiana.

La posibilidad de recrearse en la contemplación de piezas históricas es cuasi infinita: una gran colección de frascos técnicos de vidrio, instrumentos y equipos de laboratorio desde el siglo XVI, manuscritos, cuadros, gráficos, ex-libris, materiales de promoción y fotografías temáticas sobre el mundo de farmacia, medallas, sellos. Y así hasta un largo etcétera que invita a conocer este impresionante museo.

 

Museo Alemán de la Farmacia

Horarios de apertura:

Entre el 1 de abril y el 31 de octubre permanece abierto todos los días de 10:00 a 18:00 h (última entrada a las 17:40 h). Del 1 de noviembre al 31 de marzo, abre todos los días de 10:00 a 17:30 h (última entrada a las 17:10 h).

Excepciones horarias:

Los días 24 y 31 de diciembre existe un horario especial de apertura ininterrumpida desde las 10.00 h de la mañana a la 1.00 h de la madrugada. El día de Navidad el museo cierra sus puertas, mientras que hay horario restringido el 1 de enero (de 13:00 a 17:30 h).

Tarifas:

El precio regular del billete es de 5 euros (3 euros la entrada reducida). Esta tarifa da derecho a visitar el castillo de Heidelberg y al viaje de ida y vuelta en el funicular que accede al mismo desde la ciudad.

Para visitas guiadas en castellano (máximo 30 personas y 75 € de coste) pueden dirigirse al Deutsches Apotheken-Museum:

Schlosshof 1

D-69117 Heidelberg

Tel.: 0049-(0)6221-25880

Fax: 0049-(0)6221-181762

e-mail: info@deutsches-apotheken-museum.de

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