¿Cómo será en un futuro próximo el sector de las oficinas de farmacia en España? La pregunta sobrevuela cualquier evento profesional y en las conversaciones entre colegas de profesión o en momentos tan cruciales como en el de la transmisión de una farmacia. Podría entrar en la categoría de las preguntas del millón, en este caso concreto de los quince mil millones.
La revista El Farmacéutico ha cumplido 30 años y lo ha celebrado con un número dedicado al futuro de la farmacia.
El Farmacéutico cumple 30 años (¡felicidades!) y me solicita que mi colaboración trate el tema del futuro de la farmacia, es decir, si la farmacia tiene futuro y cuál. La primera reflexión que se me ocurre va en contra del pesimismo generalizado. En 2007 empezó un ciclo devastador que ha destruido empleo, empresas, ha borrado del mapa financiero cajas de ahorro que parecían muy sólidas y ha endeudado al Estado español de modo espectacular. Se ha revisado el cálculo de las pensiones, obviamente a la baja, los funcionarios y millones de trabajadores han perdido no sólo poder adquisitivo sino salario real, y se ha reducido el número de funcionarios. España ha estado al borde de la bancarrota y del impago, con la prima de riesgo por las nubes e intervenida de facto como resultado de las cuantiosas ayudas al sector financiero.
Predecir el futuro es siempre un ejercicio arriesgado. Son pocos los que aciertan y muchos los que luego han de aceptar su falta de visión, pero en cualquier caso el futuro sólo se puede escribir iniciando el camino que nos lleva hacia él. Las personas a las que les hemos pedido que ofrezcan su visión del futuro del sector farmacéutico están ya trabajando para construir ese futuro y, por ello, creemos que sus opiniones son fundadas y deben tenerse en cuenta. Si han acertado o no, lo veremos dentro de unos años, pero no nos parece arriesgado apostar por ellos.