La farmacia media española alcanzó la cima económica en el año 2009. Después de un titubeante 2010, soportó el descalabro del bienio trágico, para acabar tocando suelo. Y en ese suelo está y las perspectivas inmediatas son que en ese suelo permanezca.
El Farmacéutico cumple 30 años (¡felicidades!) y me solicita que mi colaboración trate el tema del futuro de la farmacia, es decir, si la farmacia tiene futuro y cuál. La primera reflexión que se me ocurre va en contra del pesimismo generalizado. En 2007 empezó un ciclo devastador que ha destruido empleo, empresas, ha borrado del mapa financiero cajas de ahorro que parecían muy sólidas y ha endeudado al Estado español de modo espectacular. Se ha revisado el cálculo de las pensiones, obviamente a la baja, los funcionarios y millones de trabajadores han perdido no sólo poder adquisitivo sino salario real, y se ha reducido el número de funcionarios. España ha estado al borde de la bancarrota y del impago, con la prima de riesgo por las nubes e intervenida de facto como resultado de las cuantiosas ayudas al sector financiero.
El fin de semana pasado comimos con unos amigos en un pequeño restaurante del barrio de Gracia de Barcelona. Un restaurante sencillo de ambiente familiar, un restaurante de menú, pero de menú de verdad, de esos en los que aún puedes comer un plato de verdura como los de casa.
El mercado de los medicamentos dispensados en las oficinas de farmacia españolas está decreciendo en unidades y en facturación. Creo que esa es una buena descripción de la situación actual del sector.