Marguerite Yourcenar incluyó en su libro Nouvelles orientales un relato titulado Cómo se salvó Wang Fô, una aproximación inteligente y sensible a las relaciones entre el arte y la realidad. Wang Fô es un pintor delicado y sublime que transfigura y mejora la realidad, borra de ésta todo lo feo, desagradable y vulgar, y embellece el mundo, lo que fue siempre, hasta tiempos recientes, el objetivo del artista.