Las mujeres pueden pasar por distintas situaciones fisiológicas y etapas de la vida que requieren un especial cuidado de los niveles de calcio y de hierro. Estas situaciones son: la menstruación, el embarazo, la lactancia y la menopausia.
Acabo de leer con mucho interés el artículo titulado «La farmacia actual: entre los medicamentos y los suplementos»1, en el que se plantea una dicotomía divergente, excluyente, entre farmacéuticos que consideran que «en la farmacia sólo debe haber medicamentos» y «los que creen que el objetivo de la farmacia es la Salud, escrita con mayúsculas».
Entre los muchos cambios que se han producido en la oficina de farmacia, resaltamos el notable incremento que están teniendo los suplementos dentro de la oferta y también de la demanda de una parte creciente de la sociedad, que siente una cierta desconfianza hacia los medicamentos tradicionales y busca soluciones lo más naturales posibles. Es importante señalar que esta tendencia no es exclusiva de España, y que se está produciendo en la mayoría de los países desarrollados. Su denominación legal es «complementos alimenticios». En este artículo, utilizaremos indistintamente ambos términos.
A continuación, intentaremos analizar las razones que están llevando a muchas oficinas de farmacia a entrar en nuevos campos de actuación.