Para la mujer, el embarazo es un camino que recorre con las alforjas colmadas de ilusión. Tras el nacimiento del bebé, la vida continúa con una nueva etapa de aclimatación y recuperación personal. El abanico de cuestiones que se plantean las mujeres después del parto no deja de crecer. Las dudas que aparecen en este nuevo periodo suelen referirse a síntomas menores y a aspectos sobre nutrición y cuidado de la piel, aunque también aprecian que sus asuntos más emotivos sean atendidos.
Las disfunciones pélvicas afectan a una de cada tres mujeres en España, y debemos reconocer que su-ponen una afectación muy severa en la calidad de vida de estas pacientes. Las disfunciones pélvicas se dividen en incontinencia urinaria (pérdidas de orina involuntarias), prolapso genital (descenso de los órganos pélvicos a través de la vagina por un debilitamiento de la musculatura pélvica) y algunos problemas en la esfera sexual (tanto físicos como psicológicos).
Introducción
El suelo pélvico es el gran desconocido a lo largo de la vida de las mujeres, y también en el periodo del embarazo, el parto y el posparto. Este desconocimiento –en parte cultural y en parte por ser una disciplina nueva dentro de las ciencias de la salud– puede ocasionar disfunciones diversas, desde dolores pélvicos durante el embarazo por ser parte de la unidad funcional lumbo-sacra, a alteraciones de tono en el canal del parto y patologías de incontinencia urinaria, bien en la gestación o en periodos más tardíos.